Los dos principales partidos de Irlanda rechazan al Sinn Féin y abren la puerta a conservar la coalición
Los partidos Fine Gael y Fianna Fáil descartan pactos con la principal fuerza de la oposición
A menos de dos semanas de las elecciones generales en Irlanda, los principales partidos políticos han comenzado a delinear sus posiciones sobre posibles coaliciones post-electorales. Fine Gael (FG), liderado por el primer ministro Simon Harris, y Fianna Fáil (FF), encabezado por el viceprimer ministro Micheál Martin, han reafirmado su negativa a formar un gobierno con el izquierdista Sinn Féin (SF) de Mary Lou McDonald. En cambio, ambos líderes han manifestado su disposición a reeditar la coalición histórica que ha gobernado durante la última legislatura.
El Fine Gael y el Fianna Fáil han sido rivales políticos desde la Guerra Civil Irlandesa (1922-1923). Sin embargo, en 2020 unieron fuerzas en una coalición sin precedentes, junto con el Partido Verde, para enfrentar la fragmentación parlamentaria y la falta de mayorías claras. Esta colaboración ha sido destacada por Harris como un ejemplo de estabilidad, a pesar de las diferencias ideológicas entre ambos partidos.
El Sinn Féin, por su parte, ha sido excluido como posible socio por su pasado vinculado al Ejército Republicano Irlandés (IRA) y por lo que los líderes de FG y FF consideran su falta de seriedad en política económica. Martin, que lidera un partido que se define como «auténtico republicano», subrayó que su prioridad son las alianzas con fuerzas proeuropeas y comprometidas con el crecimiento económico.
Mary Lou McDonald, líder del Sinn Féin, ha criticado el bipartidismo que ha dominado la política irlandesa durante décadas, enfatizando que su partido representa una oportunidad para un cambio real. En las elecciones de 2020, el Sinn Féin obtuvo la mayor cantidad de votos, impulsado por su enfoque en la crisis de la vivienda, la sanidad y el costo de vida. Sin embargo, la falta de apoyos entre otros partidos y grupos independientes impidió que formara gobierno.
Desde entonces, la popularidad del SF ha experimentado altibajos. Aunque llegó a alcanzar un respaldo del 30 % en encuestas, escándalos internos y luchas partidarias han reducido su apoyo al 18 % según un reciente sondeo del Sunday Times.
El sistema de representación proporcional irlandés dificulta la obtención de mayorías absolutas, lo que obliga a los partidos a formar coaliciones. Según las últimas encuestas: Fine Gael se mantiene como el partido más fuerte con un 23 % de intención de voto, Fianna Fáil ha recuperado terreno y se sitúa en el 20 % y Sinn Féin ocupa el tercer lugar con un 18 %, mostrando una ligera recuperación respecto a meses anteriores.
Los independientes cuentan con un significativo 21 %, mientras que partidos menores como los Demócratas Sociales, Laboristas y Verdes suman un apoyo combinado del 14 %.
El segundo y último debate televisado, que enfrentará a Harris, Martin y McDonald, será crucial para definir el tono final de la campaña. Los temas clave incluyen la crisis de vivienda, la política económica y la inmigración, que han dominado el discurso público en las últimas semanas.
Independientemente del resultado, estas elecciones podrían consolidar la alianza entre Fine Gael y Fianna Fáil o abrir la puerta a nuevas configuraciones políticas, aunque parece claro que el Sinn Féin seguirá siendo excluido de cualquier coalición liderada por los principales partidos tradicionales.