Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas El nuevo embajador de Estados Unidos en Israel: un pastor bautista que defiende la anexión de Cisjordania
Tras la designación de Mike Huckabee, el Gobierno de Benjamin Netanyahu anunció que 2025 será el «año de la soberanía» israelí sobre los territorios palestinos
La victoria de Trump da alas a Netanyahu para intensificar su campaña en Gaza y Líbano
Tímido, inteligente y melómano son quizás los tres adjetivos que describen a Mike Huckabee, 69 años, exgobernador de Arkansas y próximo embajador de Estados Unidos ante Israel en la Administración de Donald Trump 2.0. «Mike ha sido un gran servidor público, gobernador y líder religioso durante muchos años, ama a Israel y al pueblo de Israel y trabajará incansablemente para lograr la paz en Oriente Próximo», escribió el presidente electo en su red social Truth Social, el pasado 12 de noviembre. La designación de Huckabee no ha estado exenta de polémica. El republicano nunca ha escondido su fuerte postura proisraelí e, incluso, ha llegado a cuestionar el derecho de los palestinos a permanecer en su tierra.
A diferencia de la mayoría de los embajadores de Estados Unidos, Huckabee no es judío, sino que es un pastor bautista ordenado del sur, rompiendo así con una norma no escrita desde 2011. Natural de Hope, en el estado de Arkansas, se crio en el seno de una familia de clase media. Su padre era bombero y su madre trabajaba como oficinista en la compañía de gas local. Antes de iniciar su carrera política, se volcó en el estudio de la religión. Huckabee se formó en el Seminario Southwestern Baptist Theological de Fort Worth, en Texas, y, posteriormente, se graduó magna cum laude en Religión por la Ouachita Baptist University. Asimismo, fue pastor en varias iglesias bautistas del sur.
Su carrera política empezó en 1996, cuando se convirtió en el gobernador de Arkansas hasta 2007. Desde entonces, ha mantenido un perfil alto, llegándose a presentar a las elecciones presidenciales de 2008 y 2016, cuando se enfrentó a Trump en las primarias del Partido Republicano. Tras las elecciones de 2016, ya se rumoreaba que Huckabee podría ser designado como embajador de Estados Unidos en Israel. Sin embargo, el pastor bautista ha tenido que esperar hasta la reelección del republicano para ostentar el cargo. Sin embargo, esto no le ha impedido viajar a Israel en repetidas ocasiones durante el último medio siglo. Ninguna de sus visitas ha dejado indiferente a nadie.
Huckabee ha suscitado grandes polémicas en más de una ocasión por sugerir que la identidad palestina era inventada. En 2017 llegó a decir abiertamente que Israel tenía «título de propiedad» sobre Cisjordania, a la que se refiere exclusivamente como «Judea y Samaria», el nombre bíblico del territorio que es el que prevalece en gran parte de la sociedad israelí y el preferido por el Gobierno de Benjamin Netanyahu y los colonos judíos. El nombramiento del exgobernador de Arkansas ha dado alas a los grupos más extremistas de la coalición liderada por Netanyahu, que ven cada vez más cerca la tan ansiada anexión de los territorios palestinos. El ministro de Economía, Bezalel Smotrich, aseveró, casualmente el mismo día que Trump designó a Huckabee como embajador en el país hebreo, que Israel planeaba anexionarse Cisjordania el año que viene.
«Después de años en que, lamentablemente, la Administración actual (de los Estados Unidos) escogió interferir en la democracia israelí y personalmente se negó a cooperar conmigo como ministro de Finanzas de Israel, la victoria de Trump también trae una oportunidad importante», señaló Smotrich, quien concluyó que «en el 2025 será el año de la soberanía en Judea y Samaria». Por su parte, no parece que el exgobernador de Arkansas vaya a poner palos en las ruedas a las pretensiones del Ejecutivo de Netanyahu.
Al ser preguntado la semana pasada en la radio del Ejército si existía la posibilidad de una anexión israelí, Huckabee respondió contundente: «Por supuesto». Sin embargo, matizó, que él no marcará la agenda. «Llevaré a cabo la política del presidente, pero él ya ha demostrado en su primer mandato que nunca ha habido un presidente estadounidense que haya sido más útil para asegurar la comprensión de la soberanía de Israel», explicó Huckabee.
El nuevo embajador de Estados Unidos en Jerusalén –Trump trasladó la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a la Ciudad Santa durante su primer mandato– se tendrá que enfrentar a una compleja situación de seguridad, con dos guerras abiertas en el Líbano y la franja de Gaza. Huckabee ha defendido una línea dura contra Hamás y ha criticado al presidente Joe Biden por mediar en un acuerdo de alto el fuego que permita la liberación de los rehenes israelíes. «Hamás no es capaz de mantener una negociación honorable», dijo el exgobernador de Arkansas el pasado mes de junio.
Por su parte, Netanyahu nombró la semana pasada a Yechiel Leiter –un partidario de continuar con la guerra en Gaza y que respalda la anexión de Cisjordania– embajador israelí en Estados Unidos tras la victoria de Trump. Huckabee se convierte en un ariete más de la política de apoyo férreo a Israel del próximo presidente de Estados Unidos, que también cuenta con Elise Stefanik, como embajadora de la ONU, o Steve Witkoff, próximo enviado especial a Oriente Medio.