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Manifestación de mujeres en Rabat, Marruecos

Marruecos restringe pero no elimina la poligamia en una tímida reforma del Código de Familia

Aunque los colectivos feministas exigían la abolición total de la poligamia, los sectores conservadores e islamistas defendieron su preservación como parte de la sharía, la ley islámica

Marruecos sacó adelante una nueva modificación de la ley de Familia que restringe aún más la poligamia y prohíbe el matrimonio de niñas menores de 17 años, pero ha descartado una demanda de una igualdad de género en la herencia por contradecirse con los preceptos del islam, aunque ha ofrecido alternativas para garantizar más derechos sucesorios para las mujeres.

Los nuevos detalles de la esperada reforma de esta ley, llamada «la Mudawana» fueron presentados este martes en una comparecencia ante la prensa del presidente del Gobierno, Aziz Ajanuch, y varios miembros de su gabinete que calificaron la nueva propuesta de una revisión «profunda» del código de 2004.

La poligamia, aún permitida bajo la nueva normativa, estará sujeta a condiciones más estrictas. Será necesario el consentimiento explícito de la primera esposa, quien podrá estipular su rechazo a esta práctica desde el inicio del matrimonio, y se restringirá a casos como la infertilidad de la mujer. Aunque los colectivos feministas exigían la abolición total de la poligamia, los sectores conservadores e islamistas defendieron su preservación como parte de la sharía, la ley islámica.

La reforma fue ordenada en septiembre de 2023 por el rey Mohamed VI de Marruecos y después de que colectivos feministas y de derechos humanos del país le pidieran una nueva revisión de esta ley que garantice paridad y mayores derechos para las mujeres y las niñas.

El borrador de la nueva reforma fue presentado ayer ante el monarca por la instancia encargada de revisar esta normativa, compuesta por seis miembros y encabezada por las autoridades judiciales del país, que llevó a cabo durante seis meses amplias consultas con la sociedad civil, académicos, políticos y feministas del país, entre otros.

Rey de Marruecos con sus hijosIG

La propuesta de la instancia fue sometida posteriormente por el monarca al Consejo Superior de Ulemas -máxima autoridad religiosa del país- para dar su visto bueno pero les pidió basar su opinión en «la voluntad de reforma y de apertura al progreso».

La reforma contó también del arbitraje del rey para mantener un equilibrio entre las facciones liberales y conservadoras del país que mantuvieron enconados debates sobre ciertas cuestiones relacionadas con la religión.

Según los detalles ofrecidos este martes por el ministro de Justicia marroquí, Abdelatif Wahbi, las nuevas propuestas fijan la edad mínima de contraer matrimonio en 18 años pero autoriza el casamiento de una joven de 17 años como una excepción sometida a condiciones, y exigen la aprobación de la primera esposa de la poligamia, que además será reducida a los dos casos de incapacidad de quedarse embarazada para la esposa o una enfermedad que impide mantener relaciones sexuales.

La nueva reforma estipula también una tutela legal de las madres sobre sus hijos menores en caso de separación, además de que no retira la patria potestad y la tutela de las mujeres sobre sus hijos menores si éstas vuelven a contraer matrimonio, dos nuevos dispositivos que figuraban entre las principales reivindicaciones de las mujeres en el país.

Por otra parte, la nueva propuesta ha descartado algunas demandas relacionadas con la igualdad de género en la herencia al contradecir con el Corán que dicta que «los herederos varones reciben el doble que las mujeres», o el reconocimiento del derecho a filiación de paternidad de los niños nacidos de una relación extramatrimonial.

El ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Tawfiq, explicó en su comparecencia hoy que estas dos cuestiones «se contradicen con la religión y la Constitución» del país y «destruye la institución familiar»; pero subrayó que el Consejo Superior de Ulemas ofreció alternativas a estos temas para garantizar mayores derechos a las personas afectadas.

Estas alternativas, según Tawfiq, consisten en obligar a los padres biológicos de un niño nacido fuera del matrimonio de mantenerle y garantizarle derechos sucesorios a través del don o el testamento.

En cuanto a la herencia, el ministro marroquí explica que la nueva revisión de la Mudawana excluye el domicilio conyugal de la herencia, considera el trabajo de la esposa dentro del hogar como contribución al desarrollo de los bienes adquiridos durante la relación matrimonial, y permite a los padres hacer donaciones o testamentos de sus bienes para sus hijas.

Estas propuestas deberán culminar en un proyecto de ley que tendría que ser aprobado por el Consejo de Gobierno antes de ser sometido al Parlamento para su votación antes de su puesta en vigor.

A pesar de estos avances, las organizaciones feministas consideran que las reformas son insuficientes y perpetúan desigualdades basadas en interpretaciones religiosas de la ley. Por su parte, el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo ha criticado los cambios, utilizando el debate como una herramienta para recuperar apoyo político tras su debilitamiento electoral.