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El presidente electo de EE.UU., Donald Trump

Kevin Marino Cabrera, un aliado clave de Trump, es designado embajador en Panamá en medio de tensiones por el Canal

Trump amenaza con recuperar el control del Canal de Panamá mientras refuerza su estrategia diplomática con una figura emergente del Partido Republicano

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la nominación de Kevin Marino Cabrera, actual comisionado del condado de Miami-Dade, como nuevo embajador en Panamá. Este nombramiento ocurre en un contexto de tensiones diplomáticas, desatadas tras las declaraciones del republicano, quien acusó al país centroamericano de imponer tarifas desproporcionadas en el Canal de Panamá y amenazó con retomar el control de la infraestructura si no se llegaba a un acuerdo.

«Kevin Marino Cabrera es un defensor incansable de los principios de 'Estados Unidos Primero', y estoy convencido de que hará un trabajo excepcional defendiendo nuestros intereses en Panamá», declaró Trump en un comunicado oficial. El presidente electo también destacó la experiencia de Cabrera en políticas latinoamericanas y su papel clave en el impulso del crecimiento económico y las relaciones internacionales desde su posición en Miami-Dade.

El nombramiento de Cabrera, de 34 años y figura ascendente del Partido Republicano, refuerza la estrecha alianza entre el comisionado y Trump. Cabrera, hijo de inmigrantes cubanos, ha sido un ferviente defensor del presidente electo desde sus funciones como director del Comité Nacional Republicano de Florida y de la campaña de reelección de Trump en 2020. Además, ha trabajado en el America First Policy Institute, una organización creada para promover la agenda de Trump.

En respuesta al anuncio, Cabrera expresó su gratitud en redes sociales: «Es un honor inmenso recibir esta nominación. Trabajaré incansablemente para representar a nuestra nación y avanzar en la visión diplomática del presidente electo».

Kevin Marino Cabrera, junto al presidente electo Donald Trump

El panorama diplomático se complica por las declaraciones de Trump, quien calificó las tarifas del Canal de Panamá como una «estafa» y amenazó con tomar medidas drásticas si Panamá no accede a renegociar los términos. Estas afirmaciones han generado una respuesta contundente del presidente panameño, José Raúl Mulino, quien reafirmó la soberanía del canal y rechazó cualquier tipo de presión externa.

«El Canal de Panamá es un patrimonio inalienable de nuestra nación, y su soberanía no está en discusión», declaró Mulino en un mensaje institucional respaldado por líderes de toda la región.

El Canal de Panamá, inaugurado en 1914 y administrado por Estados Unidos hasta su transferencia a Panamá en 1999 según los Tratados Torrijos-Carter, ha sido históricamente un punto estratégico en las relaciones entre ambos países. La infraestructura sigue siendo una pieza clave para el comercio internacional y un recurso vital para Panamá, que ha invertido considerablemente en su ampliación y modernización en las últimas décadas.

La designación de Cabrera también destaca por su simbolismo político. En su rol como comisionado, Cabrera logró el respaldo de comunidades cubano-estadounidenses en Miami y fue fundamental para iniciativas como renombrar una avenida de Hialeah en honor a Donald Trump. Este apoyo mutuo subraya la influencia del «Trumpismo» en la Florida y cómo esta región se ha convertido en un bastión del Partido Republicano.

Si el Senado confirma su nombramiento, Cabrera trabajará bajo el liderazgo de Marco Rubio, quien podría asumir el cargo de secretario de Estado. La alianza entre Cabrera y Rubio, también de origen cubano y con amplia experiencia en política exterior, podría redefinir la estrategia de Estados Unidos hacia América Latina.

El desenlace de este episodio diplomático podrá definir no solo las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Panamá, sino también el enfoque de la administración Trump hacia el comercio global y el manejo de los intereses nacionales en infraestructura estratégica.