Un asistente del primer ministro de Bélgica es hospitalizado tras abrir una carta que contenía un veneno letal
El polvo blanco enviado a la oficina del primer ministro Alexander De Croo fue identificado como estricnina, altamente venenoso
un asistente del primer ministro belga, Alexander De Croo, fue hospitalizado tras haber entrado en contacto con una correspondencia que contenía un polvo blanco, posteriormente identificado como estricnina, un veneno que puede ser mortal.
La Fiscalía de Bruselas reveló la naturaleza de la sustancia que fue enviada el pasado mes de noviembre a edificios gubernamentales, entre ellos la oficina de De Croo.
Los medios belgas informaron que un miembro no identificado de la oficina de De Croo había recibido tratamiento hospitalario después de lesiones en las manos después de abrir la carta.
Según los informes, fue descubierto el 22 de noviembre, dos días después de que se encontraran paquetes similares en la oficina de la ministra del Interior, Annelies Verlinden, y en la sede del servicio de seguridad del Estado. Otra persona fue puesta en cuarentena como medida de precaución, pero no resultó herida, después de estos descubrimientos.
La estricnina, un polvo blanco inodoro, se utiliza como veneno para ratas y en los humanos puede provocar espasmos musculares, paro cardíaco, insuficiencia orgánica y la muerte. Las dramáticas convulsiones que puede inducir en dosis más altas han inspirado a novelistas y escritores policíacos, como H.G. Wells, Arthur Conan Doyle y Agatha Christie.
La noticia de la carta con estricnina surgió dos días después de que un hombre armado con un cuchillo fuera arrestado frente a la oficina de De Croo en Bruselas. La policía dijo que sus motivaciones no estaban claras de inmediato.
El jueves, el portavoz de De Croo dijo que las cartas con veneno habían conmocionado al primer ministro y a su personal. «Afortunadamente, nuestro colega está bien ahora y en ese momento se siguieron estrictamente todos los procedimientos para evitar daños mayores», dijo el portavoz. «Pero esto no puede ser la nueva normalidad».
Los incidentes se producen en medio de un aumento de las amenazas y la violencia contra políticos electos en Europa. El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, sobrevivió por poco a un intento de asesinato el año pasado, mientras que la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, fue agredida en una plaza de Copenhague, un ataque que la dejó sufriendo dolor en la cabeza, el cuello y el hombro y un shock psicológico.