Donald Trump, declarado culpable sin pena en el caso Stormy Daniels
Por primera vez en la historia, un presidente de Estados Unidos ha sido condenado por un delito en un juicio. Es una derrota para Donald Trump pero también una victoria, pues la sentencia ha sido la más leve posible. El republicano ha sido sentenciado como autor de 34 delitos de falsificación de facturas, cheques y registros contables. La condena dicta la exención incondicional, por la que no hay cárcel ni libertad condicional ni siquiera una multa para el presidente electo, aunque sí se le han certificado los delitos.
«Este tribunal ha determinado que la única sentencia legal que permite la entrada de una sentencia condenatoria sin invadir el cargo más alto de la tierra, es un descargo incondicional», dijo el juez del Tribunal de Distrito de Manhattan Juan Merchan en una audiencia a la que Trump asistió virtualmente. Esta condena poco usual mantiene la culpabilidad pero no implica condena a cárcel, multa o libertad condicional.
El republicano de 78 años, que regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, fue declarado culpable en mayo pasado por un jurado popular de 34 cargos de falsificación contable para esconder el pago de 130.000 dólares en la recta final de las elecciones de 2016 a la exactriz de cine porno Stormy Daniels, con la que habría mantenido una fugaz relación extramatrimonial diez años antes, haciéndolo pasar como gastos legales.
«Esto ha sido una experiencia muy terrible» ha dicho Trump, que ha insistido que su condena es injusta y que él es «totalmente inocente». Durante sus cinco minutos de intervención, el republicano ha dicho que esta sentencia «es una vergüenza para Nueva York» y que se ha hecho «para dañar mi reputación para que perdiera las elecciones, y obviamente eso no funcionó».
Los abogados de Trump han tratado por todos los medios legales de que el futuro presidente de Estados Unidos no fuera sentenciado y el caso fuera sobreseído invocando el fallo favorable de la Corte Suprema, que en julio pasado decretó la inmunidad presidencial por actos oficiales.
La defensa de Trump alegaba que la inmunidad judicial concedida a un presidente en ejercicio debería extenderse a un presidente electo y así «evitar una grave injusticia y daño a la institución de la presidencia y las operaciones del gobierno federal».
Tras escuchar a todas las partes, el juez Juan Merchan ha razonado su fallo y ha reconocido que se trata de un caso excepcional, aunque asegurándolo que lo ha tratado como a un «caso más». «Le deseo buena suerte en su segundo mandato» ha dicho al final de su intervención".
«Es una derrota de la caza de brujas demócrata»
Después de conocer su condena sin pena, el presidente electo Donald Trump ha equiparado su sentencia a una derrota de la supuesta «caza de brujas» a la que dice estar sometido por parte del Partido Demócrata.
«Los demócratas radicales han perdido otra patética caza de brujas americana, después de gastar decenas de millones de dólares y pasar seis años de trabajo obsesivo», escribió en su red Truth Social al poco de conocerse el fallo del juez Juan Merchan, y subrayó que «el verdadero jurado, el pueblo americano, ha hablado y me ha dado un mandato abrumador».