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Gazatíes caminan entre los escombros, en la ciudad de GazaAFP

Estados Unidos desvela su plan para una Gaza sin Hamás mientras se ultiman los detalles para un alto el fuego

La tregua constaría de tres fases y durante la primera se podrían liberar hasta 33 rehenes aún en manos de Hamás tras más de un año

Israel y Hamás están más cerca que nunca de llegar a un acuerdo de alto el fuego tras 466 días de guerra en la franja de Gaza y, en medio de este renovado optimismo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dio a conocer, este martes durante un discurso en el Atlantic Council, los detalles del plan de posguerra para la Franja. El diplomático aseguró que, «ahora mismo la pelota se encuentra en el tejado de Hamás», y se mostró confiado en que la Administración de Joe Biden conseguirá anunciar una tregua antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Por ello, Blinken consideró que era el momento de compartir los planes para ese futuro sin la organización terrorista en el poder.

El secretario de Estado estadounidense adelantó que una renovada Autoridad Nacional Palestina (ANP) será la encargada de administrar Gaza, una vez se pongan fin a los combates, junto con sus «socios internacionales» y Naciones Unidas (ONU). Blinken subrayó que la cooperación entre las diferentes partes será clave, especialmente, en sectores civiles indispensables como la banca, el agua, la energía, la sanidad y la coordinación civil con Israel. Por su parte, la comunidad internacional se compromete a proporcionar «financiación y apoyo táctico» a la futura Administración de la Franja, que incluirá tanto a palestinos del enclave como a representantes de la ANP.

«Tenemos la responsabilidad de garantizar que los logros estratégicos de los últimos 15 meses perduren y sienten las bases de un futuro mejor», señaló Blinken, que fue interrumpido en varias ocasiones por activistas propalestinos. «Con demasiada frecuencia, en Oriente Medio, hemos visto cómo los zapatos de un dictador pueden ser ocupados por otro, o dar paso al conflicto y al caos». En este sentido, el diplomático explicó que la hoja de ruta marcada por Washington se lleva estudiando durante ya más de un año y que se entregará al nuevo Ejecutivo de Trump.

El secretario de Estado estadounidense explicó que uno de los principales objetivos en la franja es que Hamás no pueda volver a reamarse y no se convierta, de nuevo, en una amenaza para Israel y, por ello, anunció la creación de «una misión provisional de seguridad» compuesta por fuerzas de algunas naciones árabes. Esta misión, además, será la principal encargada de garantizar las labores humanitarias, la reconstrucción del enclave y vigilar la frontera. Todos estos pasos sientan, para Blinken, las bases para un futuro Estado palestino que pueda coexistir en paz junto a Israel. Una de las grandes bazas de la Casa Blanca para lograr que el Gobierno de Benjamin Netanyahu reconociera a los palestinos era la normalización de relaciones con Arabia Saudí. Un acuerdo que estaba a punto de concretarse cuando Hamás cometió la masacre terrorista de 7 de octubre de 2023, en el que asesinaron a más de 1.200 israelíes y tomaron como rehenes a otros 250.

«La perspectiva de normalización entre Israel y Arabia Saudí representa la mejor oportunidad para alcanzar el objetivo largamente buscado de una mayor integración de Israel en la región, y es también el mejor incentivo para conseguir que las partes tomen las decisiones difíciles necesarias para cumplir plenamente las aspiraciones tanto de israelíes como de palestinos», confesó Blinken. En el marco del plan para Gaza, el secretario de Estado también plantea la reunificación de los territorios palestinos, la Franja y Cisjordania, bajo el paraguas de un Gobierno interino liderado por la ANP, aunque, matizó, que esto debería contar con la aprobación de Israel. Por último, el secretario de Estado explicó que las partes deberán acordar «un camino y unos plazos para formar un Estado palestino independiente».

En cuanto al acuerdo, supuestamente inminente, de un alto el fuego, Blinken aseguró que «está más cerca que nunca». «Mientras estamos aquí sentados, esperamos la última palabra de Hamás sobre si lo acepta, y hasta que no tengamos esa respuesta, seguimos al borde del acuerdo, que podría llegar en cualquier momento», adelantó. El pacto, similar al presentado por Biden el pasado mes de mayo, consta de tres fases. En la primera, de 42 días, Hamás se compromete a liberar a 33 rehenes –niños, mujeres, ancianos y enfermos menores de 50 años– tanto vivos como muertos, a cambio de la excarcelación de un millar de presos palestinos, un aumento de la ayuda humanitaria y la vuelta del millón de habitantes desplazados al norte de Gaza.

Posteriormente, una vez cumplida la jornada 16, se iniciarán nuevas conversaciones para completar el acuerdo, en el que la organización terrorista tendrá que liberar al resto de secuestrados a cambio de que Israel retire a todas sus tropas de la Franja, así como la puesta en libertad de más presos palestinos, entre los que se incluirían unos 150 con cadenas perpetua por atentados graves. Ante un inminente acuerdo, varios ministerios israelíes, como el de Sanidad, ya han recibido advertencias donde se les insta a prepararse para la recepción de los rehenes liberados. Por su parte, Netanyahu se reunió, este martes, con familiares de los secuestrados para atajar las dudas sobre la segunda fase del acuerdo, que muchos temen que no se llegue a implementar, a la vez que convocó una reunión urgente para abordar los últimos avances.