La candidata de Trump a fiscal general promete que no se perseguirá a nadie por razones políticas

la candidata del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a fiscal general, Pam Bondi, prometió administrar la justicia de forma equitativa y alejarla de las disputas políticas en las que, como según ha comentado en otras ocasiones, se ha visto inmersa en los últimos años de la Administración de Joe Biden.

«El partidismo y la instrumentalización desaparecerán. La justicia será igual para todos en Estados Unidos», sentenció en su intervención inicial Bondi, quien ha estado culpando en los últimos tiempos al Departamento de perseguir políticamente a Trump.

«No voy a atacar a las personas simplemente por su afiliación política. El Departamento de Justicia debe ser y actuar de forma independiente», aseveró durante su intervención en el Comité Judicial del Senado, que valora su candidatura para próxima fiscal general de Estados Unidos.

Bondi adelantó, además, que, si así se lo pide el presidente Trump, analizará «caso por caso» los posibles indultos de los condenados por los ataques al Capitolio del 6 de enero de 2021 y le «aconsejará» en consecuencia.

Asimismo, la exfiscal de Florida, se comprometió este miércoles a hacer cumplir las leyes para asegurar la frontera sur, abordando problemas como el tráfico de fentanilo, la violencia de pandillas y las actividades criminales relacionadas con las políticas fronterizas.

A la pregunta de uno de los senadores sobre si el presidente electo Trump podría presentarse de nuevo a la Presidencia en 2028, Bondi respondió: «Senador, no a menos que cambien la Constitución».

Pam Bondi, fiel escudera de Trump

Pam Bondi, la abogada elegida por Trump para ser la fiscal general de Estados Unidos, es una aliada incondicional del republicano, lo defendió durante su juicio político en su primer mandato y promovió las acusaciones de fraude electoral cuando trataba de aferrarse a la Casa Blanca.

Graduada en Derecho por la Universidad de Florida y la Universidad Stetson, Bondi trabajó como fiscal durante 18 años antes de ser nombrada en 2010 fiscal general del conocido «Estado del Sol», la primera mujer en ocupar ese puesto. Bondi, oriunda de ese estado adoptivo de Trump, fue reelegida para un segundo periodo en 2014.

Como fiscal general floridana, Bondi luchó notablemente contra la adicción a los opioides y el tráfico de personas, al tiempo que adoptó una postura firme contra el crimen y apoyó la pena de muerte.

Bondi demandó a la gigante British Petroleum (BP) por el derrame de crudo de Deepwater Horizon en el golfo de México en 2010 y obtuvo más de 2.000 millones de dólares en asistencia económica para Florida, según su página biográfica en Ballard Partners, una poderosa firma de lobby en la que ha trabajado después de dejar el cargo.