Netanyahu advierte de que se reserva el derecho a reanudar la guerra si Hamás rompe el acuerdo de alto el fuego
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha sido el último en pronunciarse tras anunciarse, este miércoles, el acuerdo del alto el fuego en la franja de Gaza, que pondrá fin a 15 meses de guerra. Netanyahu agradeció este domingo, ante todo, la mediación tanto de la Administración de Joe Biden como de Donald Trump, pero advirtió de que Israel se reserva el derecho de volver a la guerra si considera que «sus objetivos» no se están cumpliendo. En este sentido, el mandatario israelí aseguró que el republicano se comprometió a garantizar «todas las armas y municiones que necesitemos».
Netanyahu recalcó que se trata de «un alto el fuego temporal», en el que han conseguido arrancar concesiones a Hamás. El mandatario israelí explicó, además, que el Ejército israelí no reducirá su número de tropas desplegadas en el corredor Filadelfia, en la frontera con Egipto, sino que las aumentará durante la primera fase para crear una zona de amortiguación. A modo de conclusión, Netanyahu aseveró que Israel, con su campaña militar, cambió «la faz de Oriente Medio» y que la organización terrorista palestina está «completamente sola».
El acuerdo con Hamás ha tensionado al máximo el Gobierno de coalición, liderado por el partido del primer ministro, el Likud. Los miembros de la formación ultranacionalista Otzmá Yehudit, del polémico ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, que ya advirtió que abandonaría el Ejecutivo de implantarse el acuerdo del alto el fuego en la franja de Gaza, llevarán a término la amenaza de su líder. La tregua, y tras largas horas de discusiones y bien entrada la noche y el shabat, acabó siendo aprobada por la gran mayoría del Gobierno, con 24 votos a favor y ocho en contra.
Entre los votos en contra se encontraban, entre otros, los de Otzmá Yehudit. Ben-Gvir calificó, este viernes, el acuerdo de «desastroso», durante una rueda de prensa con periodistas. «Libera a cientos de terroristas con las manos manchadas de sangre que, tras su liberación, intentarán asesinar al próximo judío y deshace todos los éxitos bélicos que tanta sangre nos costaron», declaró el ministro de Seguridad Nacional. Tras la aprobación de la tregua, tanto la formación como el polémico Ben-Gvir se mantuvieron en silencio.
Pero, en un comunicado reciente, a pocas horas de que el alto el fuego entre en vigor –a las 7:30, según confirmó Qatar–, el partido Otzmá Yehudit adelantó que sus miembros presentarán este domingo sus cartas de dimisión al Gobierno. «A la luz de la imprudente aprobación del acuerdo con la organización terrorista Hamás, que implica la liberación de cientos de asesinos con la sangre de hombres, mujeres y niños en sus manos, este acuerdo sacrifica los logros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la guerra, incluye la retirada de las fuerzas de las FDI de Gaza y detiene los combates en Gaza. No es ni más ni menos que una rendición ante Hamás», reza el comunicado.
Otro de los miembros del Ejecutivo que amenazaba con abandonar la coalición era el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, del Partido Sionista Religioso, quien aseguró que solo apoyaría al primer ministro si, una vez finalizada la primera fase de la tregua –que consta de un total de tres–, Israel reanudaba los combates en Gaza. Las reuniones entre el ministro de Finanzas y Netanyahu se sucedieron horas antes de someter a votación el acuerdo alcanzado con Hamás en Doha. Finalmente, y aunque Smotrich votó en contra, parece que se mantendrá en el Gobierno.
En un reciente comunicado, el ministro de Finanzas condenó el «terrible» acuerdo de alto el fuego con Hamás y aseguró que «no se sentará en un Gobierno que, Dios no lo quiera, detenga la guerra y no continúe hasta la victoria completa» sobre la organización terrorista palestina. Smotrich se justificó, sin embargo, diciendo que aunque no pudieron «impedir este peligroso acuerdo», su formación pudo garantizar que «la guerra no terminaría de ninguna manera, sin alcanzar todos sus objetivos, el principal de los cuales es la destrucción completa de Hamás en Gaza».
Los reproches entre las partes, además, no dejan de multiplicarse. Israel denunció que aún no ha recibido el nombre de los tres primeros rehenes que deberán ser liberados mañana a cambio de los 95 presos palestinos, entre los que se incluyen mujeres y diez menores. «No podremos avanzar en el marco hasta que recibamos la lista de los rehenes que serán liberados, como se acordó. Israel no tolerará violaciones del acuerdo. Hamás es el único responsable», advirtió Netanyahu. Además, la violencia salpicó Tel Aviv, este miércoles, cuando un joven palestino de 19 años apuñaló a un hombre de 30 años, hiriéndolo de gravedad. El terrorista fue abatido por un civil armado.
Los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron dos misiles que fueron interceptados contra Israel. Entre tanto, las bombas no dejan de caer en Gaza. Al menos 120 personas han muerto y decenas han resultado heridas por ataques israelíes en diversas zonas de la Franja desde que se anunció el acuerdo de alto el fuego, según informó la agencia de noticias palestina Wafa. Faltan apenas unas horas para que se pongan fin a los combates y comience la primera fase de la tregua, de 42 días de duración, en la que se espera que Hamás libere a 33 secuestrados israelíes, de 98, a cambio de la excarcelación de 1.890 presos palestinos.
Entre los reos que serán puestos en libertad, destaca el nombre de Zakaria Zubeidi, uno de los líderes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, y que estuvo involucrado en el ataque contra la filial del partido de Netanyahu, en 2002, en el que murieron seis personas. En El Cairo, capital de Egipto, ya se encuentra una delegación israelí que se encargará de coordinar la implementación del acuerdo de alto el fuego mientras que el Ejército hebreo anunció, a través de un comunicado, que ya tiene listo el operativo para recibir a los secuestrados. «Las FDI están actuando para brindar el apoyo físico y psicológico adecuado, prestando especial atención a cada detalle», señalaron.