El Gabinete de seguridad de Israel da luz verde al alto el fuego en Gaza que permite la liberación de los primeros rehenes este domingo

El alto el fuego entre Israel y Hamás que permite poner fin a los combates tras más de 15 meses de guerra en la devastada franja de Gaza y liberar a los 98 rehenes aún en manos de la organización terrorista palestina ha entrado en su etapa final, ya solo es cuestión de días que se convierta en una realidad sobre el terreno. El gabinete de seguridad israelí, que tenía previsto reunirse este jueves, dio finalmente luz verde este mediodía al acuerdo que las partes firmaron durante la madrugada en Doha.

Tras su aprobación por el gabinete, compuesto por once miembros, el acuerdo debía contar con el visto bueno del Gobierno en su conjunto. Una votación que parecía que se iba a posponer hasta el sábado pero que, finalmente y a pesar de las tensiones políticas internas, tendrá lugar esta misma tarde. A pesar de los retrasos, la Oficina del Primer Ministro aseveró, a través de un escueto comunicado, que el alto el fuego entrará en vigor este domingo 19 de enero a las 12:15, como ya estaba contemplado y que, por tanto, los primeros tres rehenes serán liberados ese mismo día a cambio de la excarcelación de 95 presos palestinos.

Israel, además, ya ha hecho pública la lista de los 33 rehenes que serán puestos en libertad durante la primera fase de la tregua, entre los que se incluyen dos niños de uno y cinco años, diez mujeres y tres octogenarios. La familia Bibas, que se convirtió en el símbolo del horror de la masacre terrorista del 7 de octubre de 2023 con un bebé que ha cumplido su primer año en cautiverio, se encuentra entre los secuestrados que podrán volver a Israel. El alto el fuego contempla tres fases diferentes, cada una de 42 días de duración.

El paso más complejo es la transición de la primera a la segunda etapa, que deberá ser negociado en el día 16 de la tregua. Los familiares de los 65 rehenes restantes que no aparecen en la primera lista temen que la segunda fase nunca se llegue a implementar y que, cuando se consiga traer de vuelta a los primeros secuestrados, Israel reanude los combates en Gaza. De hecho, el ministro de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, advirtió de que solo apoyaría el pacto si, tras pasadas las primeras seis semanas, se retomaba la guerra. Al parecer el ministro llegó a un acuerdo con Nentanyahu –se desconocen los términos–para evitar su salida del Gobierno.

El ala más radical del Ejecutivo israelí considera este pacto una «concesión» a Hamás. Entre los más críticos destaca el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que votó en contra y además amenaza con abandonar el Gobierno, aunque seguirá apoyando a Netanyahu. «El acuerdo que se ha firmado es desastroso. Libera a cientos de terroristas con las manos manchadas de sangre que, tras su liberación, intentarán asesinar al próximo judío y deshace todos los éxitos bélicos que tanta sangre nos costaron», declaró ante la prensa Ben Gvir momentos antes de que se reuniera el gabinete de seguridad.

A cambio de la liberación de los secuestrados, Israel se compromete a excarcelar a más de un millar de presos palestinos, de los que 110 están condenados a cadenas perpetuas por atentados graves. Fuera del acuerdo quedan los terroristas que perpetraron el atentado del 7-O en el que asesinaron a sangre fría a más de 1.200 israelíes y tomaron como rehenes a otros 250. En los 15 meses que ya dura la guerra, solo ha habido una semana de tregua, en noviembre de 2023, en la que Hamás puso en libertad a 105 secuestrados a cambio de 240 reos palestinos.

Tanto los familiares de los secuestrados como los gazatíes, exhaustos tras más de un año de combates que han causado una destrucción sin precedentes en la Franja, esperaban con impaciencia esta tregua. Sin embargo, los ataques israelíes contra el enclave no ha cesado y, desde que se anunciara el acuerdo este miércoles, han perdido la vida más de cien palestinos, lo que eleva el número total de muertos a más de 46.000, según datos de Hamás. Israel, por su parte, ha perdido a más de 400 soldados durante la guerra.

Aún quedan horas críticas por delante tanto para Israel como para Gaza. Cualquier contratiempo o error de cálculo amenaza con hacer descarrilar este frágil alto el fuego. El acuerdo plantea la retirada de las tropas israelíes del enclave de manera progresiva ya desde la primera fase. A lo largo del primer mes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se comprometen a abandonar el corredor de Netzarim –que divide a la Franja en dos– y a retirarse de todas las zonas pobladas del enclave a unos 700 metros de la frontera, excepto en cinco zonas específicas, donde serán 400 metros.

Asimismo, reducirán su presencia en el corredor de Filadelfia, en la frontera con Egipto, para retirarse por completo en el transcurso de los primeros 50 días, y un aumento de la ayuda humanitaria. Las siguientes fases que plantean ya incluso la reconstrucción y futura gobernanza de la Franja sin Hamás no se han concretado y se prevén complejas. El papel del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, será clave para su implantación. Por ahora, los gazatíes solo piensan en sobrevivir hasta el domingo cuando entra en vigor el alto el fuego mientras que los familiares de los rehenes se preparan para recibir a los suyos tras más de 15 meses de cautiverio. El primer ministro israelí, por ahora, guarda silencio.