Imagen de un caza de combate F-35 difundida por el Comando Aéreo de la OTAN
Fuerzas Armadas Dos cazas F-35 noruegos se activan al detectarse numerosos aviones rusos en el espacio aéreo polaco
dos F-35 noruegos desplegados en Polonia despegaron este miércoles en situación de alerta como respuesta a una gran cantidad de aviones rusos detectados en el aire. Esta es la primera vez que los aviones noruegos han desplegado sus motores en defensa aérea activa del espacio aéreo polaco, según ha informado el Mando Aéreo Aliado. Esta activación «demuestra el compromiso de los Aliados con el flanco oriental de la OTAN».
En 2024, se ordenaron más de 400 despegues bajo control aliado en el espacio aéreo de la OTAN sobre Europa. Supervisados por el Mando Aéreo Aliado, los 32 aliados contribuyen colectivamente a los acuerdos de vigilancia aérea de la OTAN.
La invasión del espacio aéreo aliado de la OTAN por parte de aviones rusos ha ido en progresivo aumento desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Las violaciones del espacio aéreo soberano en un contexto geopolítico de alta tensión ha provocado un incremento del riesgo en la zona.
Ejército del Aire y del Espacio
Doble hito de los Eurofighter españoles desplegados en el polvorín del flanco Este de la OTAN
Los aviones rusos detectados en estas incursiones suelen ser cazas, bombarderos estratégicos y aviones de reconocimiento. Algunos de los modelos más comunes son el Su-27, el Su-35, el MiG-31 y bombarderos como el Túpolev Tu-160, y han sido detectados principalmente en Polonia, Estonia, Letonia, Lituania y Noruega. En ocasiones, las aeronaves rusas no cruzan formalmente la frontera aérea, pero vuelan en zonas de identificación de defensa aérea (ADIZ, por sus siglas en inglés), lo que obliga a los aliados a activar protocolos de respuesta rápida, la denominada alerta Alpha Scramble: un avión y su piloto deben estar armados y listos para su despegue en menos de 15 minutos desde que se activa la alarma.
Un ejemplo de alto voltaje: un caza ruso se interpuso peligrosamente entre un avión patrulla de EE.UU y un bombardero ruso
Para proteger el espacio aéreo aliado, la OTAN mantiene un operativo permanente de Policía Aérea en el Báltico y el flanco este. El programa se basa en la rotación regular de cazas de países miembros, entre los que se encuentra ESpaña de una forma destacada.
Cada vez que se detecta una incursión, la OTAN activa protocolos de intercepción mediante el despliegue de aviones de combate como los Eurofighter Typhoon, F-16 y F-35. Los pilotos aliados tienen la misión de escoltar a los aviones rusos fuera del espacio aéreo o mantenerlos bajo vigilancia.
