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Composición de la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz

Composición de la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, con el fiscal general del Estado, Álvaro García OrtizEl Debate

El Debate accede a su declaración íntegra ante el TSJM

García Ortiz, a la fiscal que se negó a publicar los datos del novio de Ayuso: «Es imperativo. Almudena, hay que sacar la nota ya»

La jefa de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid está citada este jueves como testigo en la causa por revelación de secretos que apunta al titular del Ministerio Público

el día 13 de marzo de 2024, a las 20.30 horas aproximadamente de la tarde, el jefe de prensa de la Fiscalía Superior de Madrid, Íñigo Corral, llamó por teléfono su jefa, la fiscal Almudena Lastra, para advertirle «que estaba recibiendo llamadas de distintos medios de comunicación, en las que le informaban de que un alto cargo de la Comunidad de Madrid» les estaba contactando.

El mensaje que circulaba entre la prensa era que dicho cargo «tenía un correo de la Fiscalía proponiendo un pacto al letrado» del novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, investigado por un presunto delito tributario. Dicho cargo madrileño «manifestaba», además, «que el fiscal del asunto», por aquel entonces Julián Salto, «había recibido órdenes de su superioridad para retirar ese acuerdo».

Así arrancaba en su intervención la fiscal jefe de Madrid, Almudena Lastra, en su primera citación con testigo ante el juez instructor del Tribunal Superior de Justicia (TSJM), a la que ha tenido acceso íntegro El Debate.

Lastra negó, con rotundidad, dicha versión. Ni la superior inmediata del fiscal Salto «que es Doña Virna Alonso, decana de la Sección de Delitos económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid; ni la jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez; ni yo misma, como fiscal superior, habíamos cursado ninguna instrucción», al encargado del asunto, «sobre las diligencias de investigación, ni la posterior denuncia le habíamos cursado». Por ello, la fiscal consideró «que había que desmentir esta falsa información que, además, los periodistas nos trasladaban que iban a publicar».

«Por ello», fue ella misma quien llamó «al fiscal general del Estado, a exactamente las 20.50 de la noche [del 13 de marzo del año pasado] para comunicarle que ésta era la noticia que nos trasladaban, que nos decían que se iba a empezar a publicar en los medios, y que obviamente, ninguna de las tres personas que he indicado, ni la Decana, ni la jefe provincial, ni yo misma, habíamos dado ninguna instrucción para que no se llegara a ese acuerdo del que yo tenía conocimiento, porque, como es evidente, los fiscales me dan cuenta de los asuntos que tramitan», confirmaba hace unos meses Lastra quien, mañana, está citada de nuevo esta vez ante el magistrado Ángel Hurtado, en el Supremo.

Fue entonces cuando «le comuniqué que nosotros no habíamos dado ninguna instrucción, y él me dijo que por supuesto, él tampoco, y que efectivamente, estábamos de acuerdo en que había que salir a desmentir esta noticia. Acto seguido, hablé con la jefe provincial, hablé con la decana, llamé al fiscal el asunto para decirles que si les llegaba cualquier petición de información o cualquier cosa, que se canalizaba a través del gabinete de prensa como, por otra parte, hacemos siempre. Yo asumía la emisión de esa comunicación, que la redactaríamos como lo hacemos siempre el jefe de prensa y yo misma, y la difundiríamos a los medios cuando considerábamos oportuno», relataba Almudena Lastra en sede judicial.

Ya tenemos la nota, consensuada con Pilar [Rodríguez, fiscal provincial y responsable de la publicación de la misma] y con Virna [Alonso, jefa de la Sección de Delitos Económicos]. Que Íñigo [jefe de prensa de la Fiscalía madrileña] la dé cuanto antesAlvaro García OrtizFiscal general del Estado

Así las cosas, Lastra llamó al fiscal Salto que «tenía dificultades de comunicación porque se encontraba en un evento público con mucho ruido, [el partido de Champions entre el Atlético de Madrid y el Inter de Milán]». «Apenas nos oíamos», recordaba la fiscal en el TSJM, de manera que le dijo: «No te preocupes Julián, no hay ninguna prisa, sencillamente para que tengas conocimiento, mañana por la mañana hablamos tranquilamente, y vemos a ver cómo abordamos esto».

A continuación, recibió por segunda vez «una llamada» del fiscal general «que me manifestó que si estábamos seguros de que las comunicaciones se habían producido como de hecho se habían producido. Es decir, como se producen siempre cuando estamos hablando de diligencias de investigación, y no de protocolos de conformidades de asuntos ya judicializados, en cuyo caso utilizamos el protocolo objeto del Convenio de Colaboración entre el Consejo General de la Abogacía y la Fiscalía; que tiene una plataforma del Consejo de la Abogacía, a través de la cual se hacen las conformidades».

Entonces, Lastra le explicó a su superior, que tenía conocimiento de lo ocurrido y en los términos en los que se había producido porque es que «además, había hablado dos días antes con Julián Salto» quien «aparte de fiscal de delitos económicos, es el fiscal del Sistema de Información del Ministerio Fiscal, lo que llamamos el fiscal SIM, que es un fiscal nombrado por el fiscal general del Estado para toda la comunidad autónoma, y es el que se ocupa de todos los temas de aplicaciones informáticas, de nuevas tecnologías» de la Institución.

Julián Salto «es un excelente fiscal, que trabaja extraordinariamente, es muy pulcro, todo lo documenta, todo lo pone por escrito», apuntaba Lastra al juez en su primera comparecencia en la que confirmaba que en aquel momento el asunto había sido judicializado. «Desde el día 5 de marzo estaba pendiente de reparto en la oficina del Decanato y llevaba un retraso entre dos y tres semanas para turnarlo», recordaba. «Bueno, pues cuando llegue, cuando se reparta al juzgado correspondiente, hablaremos con la Abogacía del Estado, en fin, como se hace en todas las conformidades», comentaron Lastra y Salto.

Sería bueno que tuviéramos los correos

«Le expliqué esto al fiscal general» y él le respondió que «quizás sería bueno que tuviéramos esos correos», a lo que Lastra le dijo: «Yo no los necesito para nada, porque te insisto que tengo cuenta cumplida cuenta de cómo se han producido todos los antecedentes». «Vale, vale, bueno pues quedamos así, pues yo me ocupo, yo me ocupo», zanjó García Ortiz.

Sin embargo, a las 21.54 horas la llamó, por teléfono, el fiscal Julián Salto, «bastante contrariado, y me dice que le ha llamado la fiscal jefe provincial [Pilar Rodríguez, coimputada con García Ortiz en el Supremo] para que remita los correos inmediatamente. Razón por la cual nos ha remitido un correo a los dos correos profesionales, al mío oficial, y al de la fiscal jefe provincial oficial, en el que nos adjunta los correos electrónicos. Le digo que lo lamento mucho, que lo siento porque, en fin (...) estaba viendo un partido de fútbol, que siento que en esas horas le estén importunado, que yo no lo consideraba necesario y que se podría haber esperado al día siguiente». A lo que Salto le contestó: «No bueno, me las ha pedido con cierta urgencia la fiscal jefe provincial».

En tanto la fiscal Lastra estaba realizando esa llamada, recibió, en paralelo, un whatsapp de la misma fiscal jefe provincial donde le preguntaba: «¿Podemos hablar?». Por lo que, cuando la primera colgó con Salto, llamó a su compañera que le dijo: «Mira, le he pedido los correos a Julián, que también te los ha mandado a ti, los tienes en el correo» _«ya lo sé porque me lo ha dicho Julián», le espetó Lastra– «y ya se los he mandado al fiscal general».

Este último chirrió a la fiscal jefe. «No hacía falta que le mandaras al fiscal general del Estado los correos» porque, normalmente, «las daciones de cuenta de los asuntos se hacen siempre a través de la jefatura de la Fiscalía, de la superior«, aclaraba en el TSJM su titular. »Pues nada, ya está Pilar. Son las 10 de la noche, descansa, vete a casa, déjalo estar y a ver si nos dejan tranquilos esta noche, mañana con tranquilidad lo abordamos", concluyó Lastra.

«No estaba de acuerdo con el contenido»

«Lo siguiente que ocurre», relataba Lastra ante el juez del TSJM, «es que a las 8 de la mañana recibí una llamada de mi jefe de prensa Íñigo Corral que, bastante alterado, me comunica que a las 06.20», de ese mismo día, «ha recibido él en su correo profesional un correo electrónico del gabinete de prensa del fiscal general del Estado, adjuntando una nota de prensa, que le dicen que tiene que dar a los medios de comunicación desde el gabinete y ya».

«Me dice que me va a mandar la nota, que él desde luego no está de acuerdo con el contenido y que si yo le hago publicarla, presenta su dimisión antes de hacerla pública. Le tranquilizo, le digo que efectivamente que ahora miraré la nota, que no me gusta que me manden documentación al whatsapp». Pero dada la situación Lastra le indicó a Corral: «Mándamela, que la veo».

Es imprescindible mandar la nota ya porque nos están ganando, difundiendo el buloAlvaro García OrtizFiscal general del Estado

«Vi la nota que había mandado, que efectivamente no estaba de acuerdo con su contenido en absoluto, ni creía que era la forma en que debía hacerse. Yo no estaba de acuerdo, él tampoco», declaraba tajante Lastra en la primera ocasión en la que era escuchada por la Justicia.

Camino de la Fiscalía, en su coche, «recibí la llamada del fiscal general del Estado diciéndome que había que sacar esa nota. Le digo que no estoy de acuerdo con la nota que además me la acaban de mandar (...) y le pido que me dé tiempo, que voy a llegar al despacho, que ahora miraré despacio lo que han remitido, que a mí desde luego no me gusta y además no estoy acostumbrada a que me den las notas hechas. Luego hablaremos», despachó Lastra.

Sin embargo, continuó recibiendo de García Ortiz varias llamadas en el teléfono móvil que no atendió, hasta «que me sonó en mi teléfono particular (...) el mensaje de whatsapp». El fiscal general había enviado un texto, al número particular de Lastra que rezaba: «La nota está consensuada con la fiscal provincial, Pilar y con Virna. Tenemos la nota. Está consensuada con Pilar y con Virna, Íñigo tiene que mandarla ya. Es imprescindible mandar la nota porque nos están ganado difundiendo el bulo, y no podemos consentir que se cuestione el trabajo excelente que ha realizado impecable la fiscalía provincial».

A continuación, otro mensaje: «Es imperativo. Almudena, hay que sacar la nota ya».

«Mientras estaba leyendo el whatsapp me llamó por teléfono mi secretaria que llamaban desde la Fiscalía General a través de la centralita del teléfono», abundaba Lastra. Atendió a su interlocutor, García Ortiz: «Yo no estoy de acuerdo con esa nota, si tú quieres sacar esa nota, y está consensuada con la Fiscalía Provincial, saldrá como nota de la Fiscalía Provincial, pero yo como fiscal superior no asumo el contenido (...) porque no considero que sea necesario desmentirlo de esta manera cuando se puede desmentir de otra forma sin dar ningún dato que desvele cada una de las comunicaciones o, incluso, las declaraciones o las manifestaciones que haya podido hacer el sujeto investigado en nuestras diligencias de investigación, entonces ya judicializadas».

«Si ordenas difundirlo, se difundirá por nuestra lista de distribución pero como nota de la provincial», reiteró Lastra al titular de la Fiscalía. A lo que García Ortiz respondió: «Pues como nota de la provincial».

«Llegué al despacho», relataba la fiscal superior ante el instructor madrileño, «Íñigo seguía resistiendo al contenido de la nota» a lo que le dijo «no es una nota nuestra, cúrsala como está, poniendo que es una nota aclaratoria de la Fiscalía Provincial», pero antes «espera porque yo en mi expediente gubernativo de seguimiento de este asunto» voy a reflejarlo así.

«Redacté un oficio al fiscal general en cumplimiento de la instrucción que acababa de recibir y adjunté la nota de la Fiscalía Provincial que nos habían remitido, que se difundiría inmediatamente a los medios de comunicación. Acto seguido le dije a mi secretaria que confirmara con la secretaria del fiscal general que había recibido el oficio por correo electrónico», detalló Lastra. «Me dijo que sí. Y, sin anteponer nada, ni ninguna entradilla que solemos poner cuando lanzamos a los medios una nota de gabinete de prensa de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid, sin más se puso la nota en la lista de distribución», concluyó.

A preguntas del juez, la fiscal superior aseguró desconocer «quién es el redactor» del texto. «Yo desconozco absolutamente quién ha redactado la nota [que llegó sin membrete]. Lo que me informa, y me lo informa por escrito, y me lo dice cuando me llama el fiscal general, es que es una nota aclaratoria consensuada con la Fiscalía Provincial», recalcó. «A partir de ahí», Lastra ya no tuvo más intervención en los hechos.

García Ortiz supo que era el novio de Ayuso, el 7 de marzo

A lo largo de su primera comparecencia, que mañana repetirá ante el instructor de la causa en el Supremo, en calidad de testigo, Lastra apuntaba cómo ella tuvo conocimiento, «el jueves anterior» a que se desencadenara la polémica, de la identidad del novio de Díaz Ayuso. «Tuve conocimiento por dación de cuenta simultánea a mí y al fiscal general del Estado», apostilló la titular del Ministerio Púbico de Madrid.

«La dación de cuenta normalmente se hace del jefe provincial al jefe superior y del jefe superior al fiscal general. Cuando el asunto, por urgencia, por la razón que sea, requiere otro cauce, se da cuenta simultánea al fiscal superior y al fiscal general», que fue como sucedió en el caso de González Amador.

«El jueves [día 7 de marzo de 2024], la fiscal provincial me dio cuenta simultánea de que existía este procedimiento en la sección de delitos económicos, y de que habían tenido conocimiento de que esta persona era pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, cosa que insisto, desconocíamos (...); y, en repuesta, ella dio cuenta a la superior y al fiscal general que efectivamente existía ese asunto, que estaba ya presentado en el Decanato y que se repartiría por la decana a algún juzgado de instrucción».

Es decir, en el TSJM, la fiscal Almudena Lastra declaró cómo el día 7 «se puso de manifiesto la identidad de esta persona, en cuanto a pareja sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid». «Llegó a última hora de la mañana por correo electrónico. Venía el oficio de dación de cuenta, y la denuncia (...) en una carpeta que compartimos la fiscal provincial y yo, donde se dejó todo el expediente, todo el contenido de las diligencias y demás, en un zip porque pesaba mucho la documentación y no se podía mandar por correo electrónico, y ahí la dejó a disposición la carpeta compartida».

«Puesto que había hecho dación de cuenta simultánea del asunto a mí y a fiscal general, yo ya no di cuenta otra vez al fiscal general porque ya estaba informado directamente por la fiscal jefe provincial. Yo esa tarde, esto llegó más o menos a mediodía, tenía un acto y yo hasta el día siguiente no vi ni siquiera el contenido, no me miré siquiera la denuncia, y no he llegado a abrir el zip de la documentación. Porque no lo necesitaba ver», subrayaba Lastra ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

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