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Los militares del GAAA II/32 se instruyen en el manejo de los sistemas de artillería antiaérea en Melilla

Los militares del GAAA II/32 se instruyen en el manejo de los sistemas de artillería antiaérea en MelillaComandancia General de Melilla

¿Cuántos soldados necesita Europa para defenderse por sí misma?

El enfrentamiento entre Trump y Zelenski y sus diferencias con sus aliados europeos ha reabierto el debate sobre la necesidad de que nuestro continente tenga un ejército propio

La intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de firmar un acuerdo de paz en Ucrania con las condiciones exigidas por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha minimizado el protagonismo de los aliados europeos dentro de la OTAN. Los últimos enfrentamientos entre Trump y el Gobierno ucraniano liderado por Volodimir Zelenski ha reabierto el debate sobre la necesidad de que Europa sea capaz de defender por sí misma frente a la amenaza que plantea Rusia sin contar con el apoyo de Estados Unidos. Ante esto cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Cuántos soldados necesita Europa para poder defender por sí misma?

La pregunta tiene una respuesta concreta: cerca de unos 300.000 efectivos harían falta para que los europeos pudiéramos defendernos de amenazas como la que representa la Rusia liderada de Putin u otras, sin contar con el respaldo de los norteamericanos.

A esta conclusión se ha llegado gracias a un análisis elaborado por los think tank Bruegel e Intituto Kiel. Los 300.000 soldados saldrían de los ejércitos de los países de la Unión Europea y de Reino Unido. Este número es también el resultado de quitar de la ecuación a los 100.000 soldados que tiene Estado Unidos replegados por todo el continente europeo y los 200.000 militares que desde Washington estiman que podrían hacer llegar con rapidez a Europa en caso de que hubiera un ataque por parte de Rusia contra un país miembro de la OTAN.

El informe alega que este ejército europeo debería estar compuesto por «fuerzas mecanizadas y blindadas para reemplazar a las unidades pesadas de Estados Unidos», lo que supondría crear 50 nuevas brigadas europeas. Además de reclutar y entrenar a estos 300.000 efectivos, tendrían que ser equipados con al menos 1.400 tanques y 2.000 vehículos de infantería, unas cifras superiores al stock actual que tienen las fuerzas terrestres de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido juntas.

Nuestro continente necesitaría también producir unas 2.000 municiones merodeadoras de largo alcance al año para poder contrarrestar las capacidades de Rusia. El informe de los institutos Bruegel y Kiel recalca que en 2024 Moscú incrementó en un 220% su producción de tanques, en un 150% la de vehículos blindados y en un 435% la de munición merodeadora de largo alcance.

250.000 millones de euros más al año

El documento hace una estimación inicial para tener este ejército europeo: aumentar en el corto plaza en unos 250.000 millones de euros anuales el gasto en defender, teniendo que pasar del 2 % del PIB actual a un 3,5 %.

«Aunque la escala sea inicialmente considerable, en términos económicos es manejable en relación con la fortaleza económica de la UE. Los costes adicionales solo equivaldrían a alrededor del 1,5 % del PIB de la UE. Es mucho menos que lo que se tuvo que movilizar para superar la crisis durante la pandemia de covid», asegura el profesor Guntran Wolff, uno de los autores del informe.

Además, Wolff alerta sobre el hecho de que «Rusia podría contar con el potencial militar para atacar a los estados de la UE en los próximos tres a diez años». Por tanto, «debemos clasificar esto con un peligro real», esgrime este experto, para quien este es un motivo más para que Europa trate de «evitar una victoria rusa en Ucrania, lo que podría impulsar aún más la agresión rusa».

Un ejército coordinado que no actué por separado

Para que este ejército pudiera ser una realidad, se tendría que resolver el problema de la falta de coordinación militar entre los países europeos. Mientras que llegado el caso de que se produjera una agresión rusa y Washington acudiera al rescate, con unas Fuerzas Armadas que actúan a una y de forma cohesionada, los ejércitos europeos actúan por separado. Así lo destaca el informe en otra de sus conclusiones.

De acuerdo con los datos del Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en 2024 los países europeos – los Veintisiete más Reino Unido – contaban con 1,47 millones de efectivos militares en sus fuerzas armadas. Sin embargo, según advierte el análisis de Bruegel y Kiel, no existe un mando unificado que les coordine.

«Si cada país intenta defenderse por sí mismo en solitario costará más», alega Wolff. «La seguridad individual es más cara que la seguridad colectiva. La coordinación más estrecha y la adquisición conjunta (de armamento) son esenciales», esgrime este experto.

Financiación mediante deuda

Los institutos que firman este informe apuesta por la necesidad de financiar los fondos necesarios para hacer frente a los gastos que generaría este ejército europeo «mediante deuda a corto plazo tanto por razones políticas como económicas». Una solución sería recabar 125.000 millones de euros anualmente los próximos cinco años a nivel de la UE, mientras los Estados miembro se comprometen de forma gradual a aumentar su parte no financiada por deuda del gasto en ese periodo.

Los think tank sostienen que en los últimos 150 años, los gobiernos han apostado en general por aumentar la deuda cuando han tenido que financiar un refuerzo en su potencial militar, a menudo acompañándolo o seguido por un aumento de los impuestos. Los recortes en otras áreas como el bienestar, la salud, la educación, la política exterior o la doméstica han sido en general la excepción y no han contribuido al fortalecimiento militar cuando este ha sido necesario.

«Alemania y Europa deberían evitar el grave error de la política de la 'fiscalidad primero' de Reino Unido y actuar de forma rápida y decisiva», asegura Christoph Trebesh, director de investigación del Instituto Kiel y uno de los autores de este análisis. «Una gran guerra en Europa sería muchas veces más costosa que invertir en una disuasión efectiva ahora. Todo dependerá de lo efectivamente que se gaste el nuevo dinero prestado», admite.

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