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Lanzamiento de un misil Patriot

Lanzamiento de un misil PatriotRaytheon

¿En qué consistía la ayuda militar que Estados Unidos estaba brindando a Ucrania?

Sin el apoyo del gigante norteamericano, Ucrania busca alternativas en sus socios europeos, ya sea adquiriendo armamento directamente de Washington o incrementando su propia producción

La guerra entre Ucrania y Rusia ha entrado en una nueva dimensión, una especialmente delicada para los primeros, tras el anuncio realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de paralizar toda ayuda militar que el país norteamericano estaba brindando a Ucrania. Esta decisión del republicano pone todavía más presión sobre los hombros de Volodimir Zelenski, que camina sobre la cuerda floja desde el encontronazo con el propio Trump el pasado viernes que tiró por tierra el pacto sobre los minerales que ambos países iban a firmar.

Sin el apoyo de Estados Unidos, Ucrania no puede resistir ante la invasión rusa. El diputado Fedir Venislavski ha comentado que Kiev tiene armamento suficiente para seguir luchando durante seis meses, aunque esa proyección parece muy optimista para un país que quedaría deslavazado tras más de tres años de conflicto. Por su parte, el primer ministro, Denys Shmyhal, también ha querido restarle importancia a la decisión de Trump, aunque siendo consciente de la situación. «La ayuda militar de EE UU es crítica, ayuda a salvar miles de vidas» reconoció.

Pero, ¿en qué consiste exactamente la ayuda militar que Estados Unidos estaba mandando a Ucrania? Desde la invasión rusa en febrero de 2022, el país de las barras y estrellas ha proporcionado, según el Departamento de Estado, 65.900 millones de dólares, todo bajo el pretexto de lo que la Administración Biden consideró el «apoyo inquebrantable de Estados Unidos para la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».

La ayuda militar estadounidense se ha centrado en varias áreas clave. Uno de los aspectos más relevantes ha sido el suministro de sistemas de defensa aérea, esenciales para contrarrestar los incesantes ataques rusos. Washington ha enviado a Kiev tres baterías Patriot, además de 12 sistemas Nasams, sistemas Hawk y más de 3.000 misiles Stinger. También se han proporcionado 21 radares de vigilancia aérea y equipos para integrar los misiles occidentales con los sistemas de defensa ucranianos.

Pese a que es Alemania el país que lidera el suministro de sistemas de defensa aérea a Ucrania, como bien se ha encargado en recordar el propio Zelenski, la participación de Estados Unidos es esencial y su retirada deja al país en una situación muy delicada.

La defensa aérea ucraniana derriba drones en la zona fronteriza con RusiaUkinform.ua

En cuanto al armamento de artillería, Estados Unidos ha suministrado más de 200 obuses de 155 mm con tres millones de rondas de munición, así como 72 obuses de 105 mm con un millón de rondas. Ucrania también ha recibido más de 700.000 proyectiles de mortero y 40 lanzadores Himars, conocidos por su precisión y capacidad para impactar objetivos estratégicos en territorio enemigo. Adicionalmente, se han entregado más de 10.000 misiles Javelin, 120.000 armas antivehículo y 10.000 misiles antitanque Tow, fundamentales para frenar el avance de blindados rusos.

En cuanto a vehículos, Estados Unidos ha enviado 31 tanques Abrams, 45 tanques soviéticos T-72B, 300 vehículos de combate Bradley y 1.300 transportes blindados de tropas. A ello se suman más de 5.000 vehículos militares Humvee, 300 ambulancias blindadas y 100 lanchas patrulleras para reforzar la defensa costera. Además, Washington ha proporcionado sistemas de comunicación satelital, minas Claymore, gafas de visión nocturna y más de 100.000 chalecos antibalas.

Pese a la pausa anunciada por Trump, Ucrania aún cuenta con parte del último paquete de ayuda aprobado por la Administración Biden este pasado mes de enero, valorado en 500 millones de dólares, que incluye munición antiaérea, misiles aire-tierra y componentes para los cazas F-16. Sin embargo, de los 61.000 millones aprobados por el Congreso en abril de 2024, quedan por entregar 3.800 millones en armamento, cuya distribución ahora está en riesgo.

La suspensión de la ayuda estadounidense afectará a Ucrania especialmente en cuatro aspectos clave: la provisión de munición de artillería, el suministro de sistemas antiaéreos Patriot, la entrega de misiles de medio y largo alcance, y el acceso a información de inteligencia proporcionada por el Pentágono. Este último punto es crítico, ya que los datos de inteligencia de Estados Unidos permiten a Ucrania detectar ataques aéreos rusos, movimientos de tropas y ubicaciones estratégicas del enemigo.

Otra cuestión clave es la dependencia de Ucrania de la red de satélites Starlink, propiedad de Elon Musk, cuya conexión es esencial para las comunicaciones en el frente y el control de drones. Aunque ha habido rumores sobre una posible desconexión de Starlink en Ucrania, Musk ha desmentido estas afirmaciones.

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania durante una visita a una fábrica de armas en PensilvaniaServicio ucraniano de prensa

Sin el apoyo del gigante norteamericano, Ucrania busca alternativas en sus socios europeas, ya sea adquiriendo armamento directamente de Washington o incrementando su propia producción, pero por mucho que el Viejo Continente se esfuerce hay ciertas partes de la ayuda estadounidense, como sistemas de armamento avanzados o la inteligencia proporcionada para evitar ataques, que son irremplazables.

El futuro de la ayuda militar estadounidense a Ucrania depende ahora de la evolución de la política en Washington. Si la suspensión se mantiene, Kiev tendrá que adaptarse rápidamente a un nuevo escenario. Por su parte, Estados Unidos intenta presionar todo lo posible para que Zelenski acepte las condiciones que están sobre la mesa y acepte el pacto de los minerales sin las garantías de seguridad.