
Un hombre pasea a sus perros en La Habana el 10 de marzo de 2025
La criminalidad en Cuba aumenta un 146 % en el segundo trimestre de 2024
El viernes 13 de diciembre de 2024, un vaquero de Santa Clara descubrió con horror mientras regresaba a casa después del trabajo que su perro llevaba en la boca un brazo humano. El animal encontró tirado en algún punto del barrio La Picadora, cerca del Aeropuerto Internacional Abel Santamaría, los restos de Yunier Jiménez, su hija de 11 años Yenlys Jiménez Pérez, y su esposa Meivis Díaz Báez.
La familia, originaria de Sagua la Grande, localidad de la provincia de Villa Clara, había sido asesinada, descuartizada y arrojada al páramo metida en maletines. «Un hecho cargado de semejante brutalidad hubiera parecido increíble en Cuba hace algunos años», se puede leer al principio del informe La criminalidad en Cuba continúa en ascenso, realizado por el think tank Cuba Siglo 21, y al que ha tenido acceso El Debate.
Se sabía que la fama de Cuba como «país pobre, pero seguro para sus habitantes y sus turistas» se había esfumado hace ya cierto tiempo. Sin embargo, las conclusiones del informe, basado en datos correspondiente al segundo semestre de 2024 son aterradoras: es notable el aumento de la criminalidad respecto al mismo período del año anterior (segundo semestre de 2023), en tanto el número de delitos reportados en el segundo semestre de 2024 (885) es más del doble que en el mismo período de 2023 (359).
Este incremento del 146 % refleja un deterioro significativo respecto de la de seguridad pública y de su corolario, la tranquilidad ciudadana. En cifras brutas, señala el informe, «la criminalidad alcanzó un promedio de casi cinco delitos diarios (4, 83), lo que pone de manifiesto la creciente frecuencia de delitos reportados y permite entrever cuál podría ser la magnitud real del fenómeno».
Del desglose del fenómeno en cuestión se desprende, en materia de asesinatos, que de los 76 perpetrados que fueron reportados en los seis meses monitoreados, en la comisión de los asesinatos estuvieron involucradas 78 personas, de las cuales 75 fueron hombres y solo tres mujeres. Asimismo, hasta donde fue posible determinarlo, 45 se cometieron en solitario y en 17 intervinieron más de un delincuente. Por otra parte, perdieron la vida 44 hombres, 27 mujeres, diez menores y seis ancianos, para un total de 87 personas asesinadas. Es decir, que la criminalidad es claramente masculina.
En lo tocante a los robos, el informe enumera 620, resultando afectados por tales crímenes 158 víctimas —32 hombres, 32 mujeres, 8 menores y 16 ancianos—, 180 propiedades privadas, 113 estatales, 178 estuvieron asociados a hurto y sacrificio de ganado y 77 fueron motivados por la sustracción de vehículos, sobre todo ciclomotores, también llamados motorinas en la jerga local. Al igual que en los asesinatos, la autoría es, de forma apabullante, masculina. Otro dato novedoso: 513 de los delitos —de todo tipo— se cometieron en solitario, mientras que 233 fueron grupales: los delincuentes cubanos refinan sus técnicas y su organización.
Unos tipos de delito que merecen una atención específica son los relacionados con los estupefacientes. Otro estudio, esta vez a cargo de la web independiente El Toque, señala que en 2024, «al menos 51 jóvenes y 72 menores de edad estuvieron involucrados en delitos relacionados con estupefacientes, muchos de ellos en zonas empobrecidas de La Habana». El protagonismo, por así decirlo, corresponde al «Químico», que El Toque define como droga sintética, de fácil acceso y bajo coste, que se vende por tan solo 150 o 200 Cup —menos de un euro—.
Es incluso más barato que algunos alimentos. «Sus efectos alucinógenos y estimulantes han provocado múltiples casos de intoxicación, convulsiones y crisis psicóticas». El Debate ha recabado el testimonio de una persona que vio recientemente en las calles de La Habana cómo la presencia del «Químico» se extiende paulatinamente. También aumentan los delitos relacionados con el robo de las remesas que los cubanos exiliados envían a sus familiares en la Isla.