
Rutas marítimas internacionales por densidad de tráfico comercial centrada en Panamá
El Canal de Panamá, un 'punto de estrangulamiento estratégico' que EE.UU. quiere blindar ante China
La ruta transoceánica es vital para la economía y sobre todo para la Armada de EE.UU. dado que por medio de ella puede redistribuir o reforzar sus flotas
Recientemente, el Pentágono anunció que uno de sus grupos de ataque de la séptima flota originalmente asignado al Indopacífico fue enviado al mar Rojo, zona de operaciones de la quinta flota. Si algo similar quisiera hacer EE.UU. entre la segunda y sexta flota (desplegadas en el Atlántico) para reforzar a la tercera flota en el Pacífico, el Canal de Panamá sería un paso vital para hacerlo con rapidez.
Las preocupaciones de Washington sobre la presencia y control del Canal de Panamá por parte de agentes del régimen comunista chino (en formato empresarial o convencional) no es un asunto menor para la Defensa de EE.UU. Si estalla una guerra en el Indopacífico y la Armada estadounidense requiere reforzar sus posiciones en esa región, esta vía interoceánica resulta indispensable.
Panamá ha vuelto al centro de la planificación estratégica y militar estadounidense bajo la presidencia Donald Trump, siguiendo nuevas directivas que elevan el Canal de Panamá de un recurso comercial vital, por donde transitan millones de barriles de petróleo diariamente, a una primera línea en la competencia geopolítica de Estados Unidos con China.

Rutas marítimas e importancia por tránsito de barriles de petróleo por día
EE.UU. y China son los dos principales usuarios del canal de Panamá, que une los océanos Pacífico y Atlántico y por donde pasa el 5 % del comercio marítimo mundial
Marco Rubio, el Secretario de Estado de EE.UU. visitó Panamá en febrero y se reunió con líderes panameños para reafirmar el compromiso de Washington con la estabilidad regional. La visita se consideró una respuesta directa a la creciente presencia de China en Panamá e incluyó conversaciones sobre vigilancia compartida, fortalecimiento de la infraestructura y marcos de apoyo logístico para aumentar la resiliencia de Panamá en caso de interrupción del tránsito transoceánico o coerción externa.
Por su lado, la embajada de Estados Unidos en Panamá indicó que el Departamento de Estado «reconoció las acciones de Panamá en contrarrestar la influencia maligna del Partido Comunista de China».

Rutas marítimas internacionales por densidad de tráfico comercial
Por su parte, Pete Hegseth, Secretario de Defensa de EE.UU. arribó la noche del lunes al país centroamericano con el fin de «participar en la Conferencia de Seguridad Centroamericana 2025 (CENTSEC)». El objetivo de la visita del Jefe del Pentágono es lograr un continente «pacífico y seguro» según informó Sean Parnell en un comunicado.

Pete Hegseth, secretario de Defensa de EE.UU.
Si bien la administración Trump enfatiza que no se planean bases militares permanentes en Panamá, la doctrina emergente se basa en una presencia operativa flexible y avanzada. Estas medidas permitirían al ejército estadounidense mantener una posición militar escalable y persistente en la región sin volver al modelo de bases militares previo a 1999 que caracterizó las relaciones entre Estados Unidos y Panamá en el pasado.
Para Panamá, este creciente interés representa tanto oportunidades estratégicas como desafíos diplomáticos. En su intento por equilibrar los lazos económicos con China y la cooperación histórica en seguridad con Estados Unidos, Panamá se enfrenta a la presión de aclarar su alineación sin comprometer su soberanía nacional.