
Donald Trump y Nayib Bukele en la Casa Blanca
Trump acusa a Zelenski de iniciar la guerra con Rusia: «No se debe confrontar con alguien 20 veces más grande»
En una rueda de prensa en el Despacho Oval junto al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha vuelto a sorprender con sus declaraciones al acusar a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, de haber iniciado una guerra «imposible de ganar» contra Rusia, a pesar de que minutos antes había reconocido que fue el presidente ruso, Vladimir Putin, quien lanzó la invasión en 2022.
«Zelenski siempre está buscando comprar misiles. Escuchen, cuando uno empieza una guerra, debe saber que puede ganarla. No se empieza una guerra contra alguien veinte veces más grande y luego se espera que la gente te dé misiles», dijo Trump. Poco después añadió: «Esa es una guerra que nunca debió haberse permitido que comenzara. Biden pudo haberla detenido, Zelenski debió haberla detenido y Putin nunca debió haberla iniciado. Todos tienen la culpa».
Las declaraciones llegan tras un nuevo bombardeo ruso sobre la ciudad ucraniana de Sumi que dejó al menos 35 muertos y más de 100 heridos. Aunque Trump calificó de «error» el ataque, reiteró que el verdadero error fue «permitir que esta guerra ocurriera».
La participación de transexuales «es violencia»
El encuentro con Bukele sirvió también para mostrar la sintonía entre ambos mandatarios en materia de seguridad, inmigración y política de valores. Durante la conversación con los medios, Trump volvió a cargar contra la participación de mujeres trans en competiciones femeninas. «¿Permiten que hombres boxeen contra mujeres en su país?», preguntó a Bukele. «Eso es violencia», respondió el salvadoreño. La crítica a la identidad de género en el deporte es una de las banderas culturales del actual Gobierno republicano, que ha promovido legislación al respecto.Bukele, que fue recibido con honores pese a acudir sin corbata —como Zelenski en su día—, defendió su controvertida política de encarcelamientos masivos: «Dicen que hemos metido a miles en prisión, pero en realidad liberamos a millones». Trump elogió su enfoque y le respondió entre risas: «¿Te puedo robar esa frase?»

Trump y Vance durante la reunión con Bukele
Uno de los temas más tensos del día fue el caso de Kilmar Abrego García, un salvadoreño deportado por error a su país pese a llevar 14 años viviendo legalmente en Estados Unidos, casado con una ciudadana estadounidense y con tres hijos. Aunque el Tribunal Supremo ha ordenado facilitar su regreso, Bukele fue tajante: «¿Cómo voy a meter de contrabando un terrorista en Estados Unidos?», dijo, en referencia a las acusaciones que lo vinculan con la MS-13. La fiscal general, Pam Bondi, aseguró que el hombre había sido considerado miembro de esa banda por dos jueces. «Es cosa de El Salvador. Si quieren devolverlo, mandaremos un avión», añadió.
Las amenazas de Irán y China
La reunión se dio en un contexto más amplio de tensión internacional, en el que Trump abordó también la amenaza nuclear de Irán. El presidente advirtió que está dispuesto a tomar medidas «drásticas» para evitar que Teherán adquiera armamento atómico: «No pueden tener un arma nuclear y tenemos que actuar rápido. No lo hago solo por nosotros, lo hago por el mundo». Aunque Washington y Teherán mantuvieron contactos preliminares en Omán, Trump calificó el proceso de «demasiado lento» y acusó a Irán de «estar jugando» con Estados Unidos.
La Casa Blanca aprovechó la ocasión para emitir un comunicado titulado «Sin refugio para inmigrantes ilegales delincuentes bajo la presidencia de Trump», en el que destacaba la colaboración con El Salvador para la deportación de presuntos pandilleros vinculados a la MS-13 y al Tren de Aragua. Trump fue claro: «Vamos a echar a todos los que entraron con el incompetente de Joe Biden. Son millones y son peligrosos».
En el plano económico, Trump volvió a advertir sobre nuevos aranceles a China en sectores clave como el tecnológico, reafirmando su política proteccionista: «No vamos a permitir que nos sigan robando empleos ni propiedad intelectual», declaró.