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Daniela Brik
CrónicaDaniela Brik

Nueva Constitución y control del crimen: así planea Noboa gobernar Ecuador hasta 2029

Noboa anticipó que si ganaba, impulsaría una Asamblea Constituyente para reemplazar la Carta Magna, aprobada en 2008 bajo el mandato presidencial de Correa (2007-2017), con el objeto de impulsar su lucha contra la criminalidad y reformas para liberalizar la economía

Actualizada 04:30

Daniel Noboa candidato presidencial de Ecuador

Daniel Noboa, presidente reelecto de EcuadorRodrigo Buendía / AFP

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reelecto en los comicios del domingo frente a la aspirante del correísmo Luisa González, tiene por delante cuatro años al frente de Carondelet (sede del Ejecutivo), en los que continuará con un plan de combate frontal al crimen organizado a la vez que se plantea un proceso constituyente que deje atrás la última Carta Magna rubricada por Rafael Correa en 2008.

El presidente candidato por la formación Acción Democrática Nacional (ADN) sacó más de 10 puntos a su contendiente y la autoridad electoral ecuatoriana, así como misiones de observación de la OEA y la UE han avalado el proceso, pese a que González ha desconocido el resultado y formulado acusaciones de fraude.

Mano dura contra la inseguridad

Daniel Noboa no sólo fue el candidato que buscaba la reelección, sino también presidente en funciones, tras haber asumido el poder por un período extraordinario de año y medio. Durante la campaña y con la mirada puesta en gobernar hasta 2029, presentó una propuesta caracterizada por una política de mano dura frente al crimen organizado y una agenda de reformas estructurales.

En materia de seguridad, su fórmula pasaba por mantener el «Plan Fénix», centrado en la prevención y respuesta al delito, aunque su contenido no haya sido detallado y según el Ministerio del Interior, tiene un carácter reservado.

Desde inicios de 2024 Ecuador se encuentra bajo un estado de «conflicto armado interno» decretado por el presidente para hacer frente a la escalada de violencia que ha situado al país andino a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios. Pese a que Noboa logró reducir unos puntos esa tendencia el año pasado, los primeros meses de este ha vuelto a recrudecer con un promedio de un asesinato por hora.

En el ámbito energético, frente a la grave crisis de 2024 que provocó apagones de hasta 14 horas diarias, el jefe del Ejecutivo ecuatoriano ha prometido diversificar la matriz energética gracias a las renovables no tradicionales. Para tal fin, su programa busca la atracción de inversión pública, privada y mixta, y fomentar tecnologías sostenibles para fortalecer el sistema eléctrico.

Otra de las principales preocupaciones del electorado ha sido el empleo. En este terreno, Noboa apuesta por un desarrollo sostenible que genere empleo formal y reduzca la informalidad. Además aseguró que impulsará políticas industriales enfocadas en sectores estratégicos como el turismo, la agricultura, la economía digital y del conocimiento. En paralelo, prevé ampliar programas sociales ya existentes.

El plan de gobierno también incluye mejoras en infraestructuras y conectividad terrestre, marítima y aérea como motores económicos. Y en cuanto a la lucha contra la corrupción, aboga por reforzar los organismos de control, respetando la división de poderes y combatiendo la impunidad.

Una nueva Constitución para Ecuador

Noboa anticipó que si ganaba, impulsaría una Asamblea Constituyente para reemplazar la actual Constitución de Montecristi, aprobada en 2008 bajo el mandato presidencial de Correa (2007-2017), con el objeto de impulsar su lucha contra la criminalidad y reformas para liberalizar la economía.

El ministro de Gobierno, José de la Gasca, ha asegurado que ya se están adelantando conversaciones para llevar a la práctica dicha propuesta programática.

En una reciente entrevista con el digital ecuatoriano Primicias, subrayó que la diferencia esta vez con otros procesos constituyentes radica en que se centrará en los intereses de la ciudadanía para evitar reformas que sólo perpetúen instituciones que no han funcionado y han sido utilizadas con fines políticos para cooptar el poder: «Vamos a hacerla para pensar en el país», aseguró.

Ecuador quiere ser diferente, Ecuador no quiere regresar al pasado, Ecuador quiere caminar hacia adelanteDaniel NoboaPresidente reelecto de Ecuador

El propio Noboa dijo tras vencer en las urnas, posiblemente aludiendo al triunfo sobre la candidata correísta que, «Ecuador quiere ser diferente, Ecuador no quiere regresar al pasado, Ecuador quiere caminar hacia adelante».

La actual Constitución de Montecristi redefinió a Ecuador como Estado plurinacional, amplió derechos y reconoció jurídicamente a la naturaleza. Estableció el «Buen Vivir» como principio de desarrollo y fortaleció el rol social del Estado. Además, creó el Consejo de Participación Ciudadana –uno de los órganos más controvertidos–, la Corte Constitucional y la Función de Transparencia y Control Social para garantizar participación, control y rendición de cuentas.

La Corte Constitucional del Ecuador ha recibido nueve solicitudes para convocar una Asamblea Constituyente

Pero ese texto nunca ha sido del agrado de Noboa. Desde que asumió el cargo de presidente en noviembre de 2023, planteó repensar la Constitución que tiene 16 años de vigencia. Observadores señalan que el referéndum celebrado en 2024 con el que logró el apoyo de la población a los cambios propuestos en materia de seguridad para combatir la inseguridad rampante y que implicaban medidas que socavan libertades básicas, fueron en realidad un barómetro para medir eventuales cambios de mayor calado.

Desde 2019 la Corte Constitucional del Ecuador ha recibido nueve solicitudes para convocar una Asamblea Constituyente y en los últimos seis meses Noboa ha formulado cuatro propuestas de reforma parcial de la Carta Magna.

El rotativo El Universo avanza que la Constituyente propuesta por Noboa se realizaría en Riobamba, cuna de la primera constitución de Ecuador como República independiente en 1830.

Expertos constitucionalistas plantean que el nuevo texto constitucional debería modificar o eliminar el actual hiperpresidencialismo por el que el poder ejecutivo se ve beneficiado por un conjunto de facultades concentradas e impropias de esa función, y el Consejo de Participación, órgano este último con fines fiscalizadores pero en la práctica, sujeto a la politización.

El politólogo y docente de la Universidad San Francisco de Quito, Santiago Basabe, es crítico con la idea de un cambio profundo de la actual Constitución ecuatoriana. Según refiere el medio quiteño El Comercio, el analista la considera temeraria y advierte que podría paralizar al país ya que existe el riesgo de que se replique la misma correlación de fuerzas de la actual e intratable Asamblea Nacional (Parlamento), lo que, a la postre, iría en contra de los intereses del Gobierno.

El plan de gobierno de Noboa, aún con aspectos reservados o poco definidos, proyecta una visión de continuidad y consolidación del poder, mientras propone cambiar la ley fundamental del país. La duda es si lo hace para despolitizarla, adaptarla a los nuevos tiempos y enfrentar la inseguridad, o para redactar una nueva Constitución a medida que le permita gobernar con mayor margen.

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