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AnálisisAndrés MonteroEl Debate en América

El secuestro de Gabriel Boric

El secuestro del presidente de Chile es intelectual y está liderado por el Partido Comunista Chileno y por facciones de izquierda extrema integrantes del Frente Amplio y de Revolución Democrática

El presidente de Chile, Gabriel Boric, en SantiagoEFE

El presidente de Chile, está actualmente secuestrado. No es que haya desaparecido y sus captores estén pidiendo dinero para liberarlo. El secuestro de Gabriel Boric es intelectual y está liderado por el Partido Comunista Chileno y por facciones de izquierda extrema integrantes del Frente Amplio y de Revolución Democrática.

En el gabinete del presidente chileno, participan tres militantes comunistas: Camila Vallejo, ministra secretaria general de Gobierno; Nicolás Cataldo, ministro de Educación, y Jeannette Jara, ministra del Trabajo. El presidente Boric, ha intentado –hasta ahora infructuosamente– distanciarse de los dictados del Partido Comunista. Aunque el presidente chileno se muestra internacionalmente como un demócrata convencido, internamente ha tomado decisiones que han dañado gravemente la convivencia entre los chilenos.

Boric ha indultado delincuentes peligrosos, ha sido permisivo con los fraudes millonarios de fundaciones vinculadas a su coalición de Gobierno y ha hecho crecer el tamaño del Estado de manera exorbitante. La ministra del Trabajo ha liderado una ofensiva para destruir el sistema privado de pensiones, ha reducido la jornada laboral y ha enfrentado a los empresarios con permanentes ataques innecesarios.

Por su parte, la educación en Chile atraviesa una severa crisis. Todas las pruebas internacionales demuestran que los estudiantes en Chile cada vez aprenden menos. Los emblemáticos liceos fiscales han sido capturados por jóvenes anarquistas, impidiendo el normal desarrollo de sus actividades. La propia Universidad de Chile, la más importante del país, está infiltrada por extremistas de izquierda, que tienen «tomada» la casa central y algunas sedes. Su «causa», es el conflicto palestino-israelí.

Los programas de estudio gatillados desde el Gobierno priorizan temas de derechos humanos, de género y de memoria histórica sesgada. Tras algunas semanas de menor actividad terrorista en la «macrozona sur», un nuevo atentado estremeció recientemente la región de la Araucanía. Boric sigue siendo respaldado –de acuerdo a encuestas de opinión– por un tercio de la población. En los próximos meses se avecinan elecciones municipales y de gobernadores y tanto derechas como izquierdas, se encuentran fraccionadas y existe incertidumbre respecto del resultado de la próxima contienda electoral.

El Partido Comunista Chileno es probablemente el más ortodoxo del mundo –dejando fuera a las dictaduras de Corea del Norte y de Cuba– autodenominándose democrático y defensor de los derechos humanos. Aunque Boric aún no viste corbata, intenta en sus discursos y actuaciones, demostrar mayor madurez política. También ha incorporado a sus equipos algunos funcionarios de mayor experiencia, como el reciente nombramiento como director del Servicio de Impuestos Internos, Javier Etcheberry, un antiguo exministro y alto funcionario de los gobiernos de Ricardo Lagos y de Patricio Aylwin.

Con Boric nunca se sabe, pues sorprende recurrentemente con decisiones inesperadas

Lo que viene será la definición de Boric. ¿Seguirá aferrado a sus colaboradores comunistas, o dará un giro más hacia el centro? Lo concreto, es que con Boric nunca se sabe, pues sorprende recurrentemente con decisiones inesperadas. En estos días sorprendió a todo el mundo invitando a una gira oficial a Paraguay, a Catalina Pérez, diputada del extremo partido Revolución Democrática, quien fuera parte de una trama fraudulenta de fundaciones que utilizaron fondos públicos para causas políticas. Aunque Boric ha criticado al dictador Nicolás Maduro, de Venezuela, no ha sido enfático para condenar la dictadura de Cuba, que ha cumplido 66 años en el poder.

En medio de las discusiones internas de la izquierda chilena, ha reaparecido la expresidenta Michelle Bachelet, quien ha surgido como mediadora para definir candidatos a alcaldes y gobernadores, intentando listas únicas para lograr mejores resultados. El segundo semestre de 2024, probablemente serán nominados los candidatos a presidente de la República, cuyas elecciones tendrán lugar a fines de 2025. Solo entonces sabremos si los comunistas irán de la mano de la centroizquierda o si potenciaran un candidato de ultraizquierda.