Multas
El radar que se está poniendo las botas con sus multas en cuestión de meses
Pese a llevar menos de un año en funcionamiento este radar firma ya más de 7.900 multas por exceso de velocidad
Tal y como reconoció la DGT hace ya unos meses, los radares de tramo son los preferidos por el organismo rector del tráfico, tanto por el número de infracciones que detectan como por su capacidad para cubrir amplias zonas, pues su radio de acción no se limita a puntos concretos, sino que cubren kilómetros de carretera.
La DGT no debe estar muy desencaminada cuando tanto Cataluña como Navarra y el País Vasco, comunidades que tienen transferidas las competencias de tráfico, optan también por este tipo de radares, al igual que hizo el Ayuntamiento de Madrid, que ya dispone de tres de estos dispositivos en calles de la capital.
En el País Vasco
La cesión de competencias en materia de tráfico supone que la DGT ya no puede multar en ninguna de las citadas comunidades, pero a juzgar por los últimos datos parece que las tres le han tomado el gusto a las multas y sanciones, pues la tasa de multas y radares por kilómetro de carretera es incluso superior a la de la DGT.
En este caso los datos hablan por si mismos, y cada vez que salen a la luz, Cataluña se posiciona como la región española en la que más sanciones se ponen .
Cataluña multa más que la DGT
El País Vasco, por su parte, parece que no se queda atrás. Además de haber puesto ya en funcionamiento un novedoso sistema de peajes de pago por uso, hace menos de un año que desplegó un radar de tramo que se ha convertido en una verdadera amenaza para los conductores que circulan por la comunidad.
Este nuevo radar está ubicado en la BI-633, midiendo un tramo de cuatro kilómetros en el alto de Trabakua, dentro de la provincia de Vizcaya.
Lo complicado de este tramo es que la velocidad máxima está limitada a sólo 60 kilómetros a la hora, con lo que es relativamente sencillo superar la velocidad. El radar mide entre los kilómetros 36 y 40 de la citada carretera.
Tal y como es conocido, este tipo de radares controlan la matrícula de los coches que acceden al tramo tanto a la entrada como a la salida, dato que les permite obtener la velocidad media a la que han circulado tras una sencilla operación matemática. En este caso si la velocidad media es superior a la máxima velocidad permitida es motivo de sanción.
Medición intermendia
Los radares de tramo más sofisticados controlan incluso salidas y entradas intermedias, con lo que no hay posibilidad de librarte de una multa, pues siempre antes existía la posibilidad de tomar una salida anterior y no pasar por el segundo pórtico.
De acuerdo con los datos facilitados por el servicio de tráfico vasco este radar ha puesto 7.900 multas en menos de un año, lo que supone una media de 21 sanciones diarias, algunas de ellas por el importe máximo, 600 euros, algo a lo que hay que añadir la retirada de seis puntos del carnet. Esta sanción máxima se aplica a conductores que hayan superado los 130 kilómetros/hora de media.