Imagen de la carretera en la que tienen lugar los hechos
Cuarto Milenio
La carretera en la que los coches aceleran y frenan solos: «Ni Iker Jiménez sabe lo que pasa»
Se trata de un misterio equiparable al de las caras de Bélmez, aunque en este caso no es tan mediático porque sólo los conductores son conscientes de ello
No se trata de un asunto novedoso para los conductores de la zona, sino que hace ya décadas que José María Íñigo y más tarde Iker Jiménez mandaron allí sendos equipos de investigadores para dar con la razón de uno de los misterios automovilísticos más desconocidos que hay en España.
Carretera malagueña
Para conocerlo no hay más que desplazarse a la A-369, una carretera malagueña que une las localidades de Ronda y Algeciras en la que parece que las leyes de la Física no se cumplen, pues los vehículos que circulan por ella no reaccionan cómo deberían.
Tramo de la carretera en la que se producen los hechos
Tal y como relatan vecinos de la zona, el problema se centra en una subida y en una bajada en las que los coches y vehículos en general hacen lo contrario de lo que se esperaría teniendo en cuenta las leyes más básicas de la dinámica.
Leyes físicas
En este caso los vehículos parecen acelerarse sin ni siquiera pisar el acelerador en la rampa de subida, de hecho un vecino explica que los coche suben la rampa incluso en punto muerto. Mientras, en la cuesta a bajo que está a continuación los vehículos parecen frenarse sin explicación alguna.
Un vecino explica los hechos
A día de hoy no existe una explicación científica que respalde este hecho, si bien los investigadores hablan de un tramo en el que puede haber algún tipo de alteración magnética o gravitacional por la composición del terreno que hay bajo la carretera.
En cualquier caso y hasta que se llegue a descubrir la verdadera razón de lo que ocurre, los expertos aconsejan a los conductores mucha prudencia y llevar el vehículo siempre controlado para evitar que estas pequeñas aceleraciones o frenazos puedan provocar un accidente entre los usuarios.
Algunas explicaciones hablan también de un posible efecto visual que confunde a los conductores respecto a la inclinación real del tramo por el que circulan.
