El macroascensor chino que permite a los barcos navegar a través de montañas

China está construyendo la presa más grande del mundo en medio de las Tres Gargantas. Un objetivo que afronta varios problemas como el hecho de que barcos de gran envergadura puedan navegar cuando una muralla de más de cien metros de altura les bloquea el paso. Un dilema difícil para los ingenieros asiáticos, pero no imposible, ya que han sido capaces de hacer realidad un ascensor de barcos.

Esta construcción, que es una de las estructuras más destacadas de la historia moderna, desafía la gravedad y abre nuevos hitos a la navegación fluvial. Además, ha conseguido mejorar la seguridad de la circulación de los barcos en un tramo complejo caracterizado por fuertes desniveles y fuertes corrientes, que representaban un riesgo destacado.

Desde que se inauguró en 2016, se ha convertido en un referente mundial transportando más de 25.8000 buques. Gracias a ella, barcos de hasta 3.000 toneladas son capaces de descender o ascender 113 metros en 40 minutos. Con esto se acota el tiempo de paso en más de un 75% si lo comparamos con las esclusas de cinco etapas. Estas completan su proceso entre tres y cuatro horas.

Se trata de una bañera flotante que mide 120 metros de ancho, 18 metros de ancho y cuenta con una profundidad de 3 metros y medio. A través de 128 poleas se eleva o desciende con la ayuda utilizando 256 cables de acero. Dichos cables están equilibrados con contrapesos, lo que permite reducir el esfuerzo para mover la estructura. Y los mecanismos de control con los que cuenta, hace que el desplazamiento sea fluido y seguro, reduciendo las vibraciones.

Una construcción que se ha convertido, a su vez, en una atracción turística. Los visitantes pueden experimentar lo que se siente «navegar por el aire» en una obra de ingeniería que demuestra que los límites marcados por la naturaleza pueden llegar a ser superados.