Hay alternativa: el centroderecha

El PP no obtuvo la victoria arrolladora que se prometía al principio de la campaña en Castilla y León, pero va a gobernar y probablemente lo hará con un socio más leal que el que tenía. Dos conclusiones quedan claras: el socialismo de Sánchez sigue cosechando derrotas allí donde comparece –Galicia, Cataluña, Madrid y Castilla-León– y parece claro que España vislumbra una alternativa al sanchismo en la unión de las derechas. Quien primero unió a las izquierdas –incluidos antisistema, filoterroristas y golpistas— fue Sánchez. A toda acción le sigue una reacción y en este caso es que la opinión pública española ve cada día más necesario buscar una alternativa al gobierno Frankenstein; llevamos varias elecciones comprobando que es posible. Ya puede Sánchez y su legión de asesores decir lo que quieran, que la realidad es muy terca: en Castilla-León se hizo una lectura en clave nacional y el PSOE ha bajado. La victoria, no obstante, no fue todo la abrumadora que se esperaba y el PP tendrá que aprender a gobernar en coalición con Vox. Para mí, lo más inquietante es el auge de los localismos. La defensa de los intereses locales es legítima, pero mucho me temo que detrás de algunas de esas plataformas se guarecen más intereses personales que vocación de servicio al interés general de cada provincia. Teruel Existe es un buen ejemplo de que ahí solo hay espurias ansias y ambiciones de personas concretas y para nada defensa noble del bien común. Finalmente, en este apurado Astrolabio, no hay que dejar de apuntar el nuevo fracaso de Tezanos y su CIS devaluado. Ahora mismo la pregunta es: ¿nadie va a tomar medidas en este campo? A la hora que escribo estas líneas solo queda esperar que el PP se sienta más fuerte para poder solicitar algún tipo de medida ante la pérdida de neutralidad de un organismo que mantenemos entre todos los contribuyentes.