Hoy, Jenni Hermoso y mañana... Mbappé
Les pido perdón por adelantado por la turra que les vamos a dar de aquí hasta que el francés firme o deje claro qué hará la próxima temporada
Hoy es Nochevieja, hoy acaba el año como tantos otros, con Ramón García y su capa al viento en el balcón de la Puerta del Sol. Y hoy TVE decidió terminar 2023 con el tema del año, que para la televisión pública no ha sido ni la amnistía ni los pactos velados de Sánchez con los herederos de ETA. Tampoco el precio del aceite ni el triunfo arrollador de la derecha en las elecciones municipales y autonómicas que fue desperdiciado en las generales. Ni siquiera la victoria de España en el Mundial femenino de fútbol. La gran polémica del año –la que ha disfrutado de más minutos en TVE– ha sido el beso de Rubiales a Jenni Hermoso y, por eso, a modo de compensación decidieron invitarla a dar las Campanadas.
Nunca antes un futbolista –ni siquiera Iniesta– logró una invitación de TVE para estar presente en un momento tan relevante. Ahora, Jenni Hermoso rompe todas las barreras en pro de la igualdad, aunque está aún por ver qué tipo de igualdad. Si la televisión pública quisiera fomentar realmente el fútbol femenino, habría invitado a Olga Carmona –autora del gol de la victoria– o incluso a la campeona del Balón de Oro, Aitana Bonmatí, que además podría hablar en catalán para cumplir con la cuota. Pero la elegida ha sido Jenni Hermoso, que no fue protagonista por su fútbol sino por un hecho que nunca debió haber pasado.
La buena noticia –mala para RTVE– es que Jenni Hermoso mañana pasará a segundo plano. Mañana es 1 de enero, se abre el mercado de fichajes y Mbappé es libre de negociar su futuro con quien quiera. Como periodista, les pido perdón por adelantado por la turra que les vamos a dar de aquí hasta que el francés firme o deje claro qué hará la próxima temporada.
No esperen que eso sea pronto, por mucho que ya se esté publicando que el Real Madrid tiene la intención de contactar con el jugador galo la próxima semana para conocer sus planes. Mbappé ya demostró otros años que le gusta tener la sartén cogida por el mango y quiere sacar una buena tajada por su traspaso. Y cuanto más se hable del tema, más sacará, por lo que prepárense para un sinfín de declaraciones, guiños y coqueteos de su entorno con el Real Madrid, el Liverpool, el Manchester City y con cualquier otro club que quiera entrar en la puja.
Eso ya lo saben en el Bernabéu y harían bien en desligarse en el primer momento en que Mbappé comience a divagar. Un «sí» de primeras es lo único que debe valer, porque el Real Madrid ya hipotecó alguna temporada para que el francés acabara sucumbiendo en el último momento a los petrodólares de Qatar. Ojalá hayan aprendido en la Casa Blanca, por su bien y por el de ustedes.