Los terroristas buenos

A ver si lo he entendido. Si no hay intención directa de provocar violaciones graves de los derechos humanos, la amnistía se extenderá a los condenados por terrorismo y, por supuesto, a los acusados de ese delito con un procedimiento en marcha. O sea, no tienen bastante con reinventar la Constitución y han pasado a reinventar el Código Penal y la LECrim. ¿Cuándo mentían? ¿Cuando sostenían que la amnistía era inconstitucional o cuando pasaron a sostener lo contrario para que les salieran los números? Yo veo aquí, en este cambio reciente y radical de la hermenéutica, una intención directa de provocar violaciones graves del Derecho. La impunidad que trajo esa interesada mudanza alcanza ya la pura infamia.

Cuéntame tú, Bolaños, o Patxi, o Sánchez mismo, cómo vais a hacer para vendernos que el dolo –la intención de cometer el ilícito penal–, consustancial a los delitos de terrorismo, no alcanza a provocar violaciones graves de los derechos humanos si no permites que se instruya y juzgue el caso. Porque a todos los no condenados pretendéis incluirlos en la amnistía. En cuanto a los condenados por terrorismo, ¿de qué extraña manera pensáis demostrar que no tenían intención de violar gravemente los derechos humanos de nadie? Han inventado el terrorismo bueno. Tal hallazgo les va a hermanar definitivamente con los abertzales, pues no otro es el discurso de Otegi: en realidad no querían atentar, pero se vieron forzados. Si se tratara de otro asunto, sería de risa. Esto es de llanto y de santa ira.

¿Han visto ustedes las imágenes de los CDR lanzando una lluvia de pedruscos a la policía? Pues el Gobierno de España da por hecho que los comandos separatistas no pretendían hacer mucho daño a los uniformados. En su intención estaba por lo visto no acertar, aunque apuntaran a las cabezas. El sanchismo ha acabado adoptando la lógica de los terroristas, la de los golpistas que se valieron de una violencia organizada, ya que este nuevo acuerdo, que amplía los límites de la amnistía, no es sino la consecuencia normal de la visión de Junts y ERC, cuya representante Pilar Valluguera ha resumido así: lo que los jueces quieren instruir no fueron delitos sino «un acto de radicalidad democrática de la sociedad catalana». Por sociedad catalana hay que entender entonces separatistas violentos: los no violentos y los no separatistas no incurrieron en «actos de radicalidad», que es como se llamará ahora a las conductas que, si otros las cometieran, serían delitos muy graves. Pero lo que sea o no delito lo deciden ahora los delincuentes que mandan en Junts y ERC, y sus subordinados. Y el PSOE traga. Por fortuna, toda esta basura argumental no les valdrá de nada porque, les guste o no, los jueces que planteen cuestiones prejudiciales ante el TJUE lo harán suspendiendo en el mismo acto la aplicación de la ley de amnistía en los procedimientos de que se ocupen. Y contra esto no hay nada que el delincuencial sanchismo pueda hacer.