El 'UAN'

El 'Uan' está embarrado por el fraude y la corrupción desde que ocultó cientos de boletas en medio de unas elecciones detrás de un cortinaje con la intención de efectuar un fraude. También desde que plagió su tesis, y el doctorado se lo obsequiaron por su cara bonita. El 'Uan' está tiznado hasta la médula a partir de que su mujer le exigiera en el paroxismo de un ataque de enamoramiento de ambos, en la intimidad de la alcoba, el poder intervenir ella y solo ella, la elegida de su ‘coraçao’ (tipo ‘telenoverla’ brasileira), en negocios y fundraisings, siendo como es su chérie tres aimée.

El 'Uan', que es el pronunciamiento a la «hablanera» (gracias Guillermo Cabrera Infante) de One, o sea, del 1, se sabe todo enlodado desde que le facilitó al hermano 'ajitijta' las comodidades necesarias para que evadiera impuestos, compusiera, y estrenara óperas inaudibles, dirigiera teatros, además de que se comprara casas y hasta palacetes, e hiciera Fortunata y Jacinta con una nipona.

El 'Uan' es así, imprevisible, absolutamente todo lo que promete, lo incumple, o lo cumple cambiando de opinión. Pues, oh no, él no miente, no qué va, él engaña con nocturnidad y alevosía. El 'Uan' ha pactado con todos los que dijo que no pactaría, aseguró que traería de vuelta al prófugo catalán, mezcla de francés, alemán y ahora belga; lo que no especificó en qué condiciones, ni cómo, si sería a nado, por tren, o en el Falcon. El 'Uan' hizo muy buenas migas con los criminales de ETA, los colocó a gobernar con él, y recién les dio una botella (así se dice en mi país) en el control de la seguridad del país.

El 'Uan' lo sabe, está enfangado hasta las cejas, pero a su 'votontos' les da igual, con tal de que no gobierne la derecha; qué importa si manda además con los comunistas. Total, que suba los impuestos, que se traiga a media África para que los chamanes con títulos de médicos adquiridos en becas de la Cuba castrista se atrevan a sustituir a los médicos españoles, que empiecen a hacer operaciones a corazón abierto, en las que los corazones terminen en un caldero gigante, adobados con culantro y miel, con el objetivo de endulzar a los Orishas.

El 'Uan' se conoce, anda cagado, con perdón de lo soez, que ya saben que soy muy así… Digo doblemente cagado, de arriba abajo y de un lado a otro de mierda y de miedo. Aunque el temor en él sea relativo, porque viendo el embadurne que arrastran Joe Biden y su hijo Hunter y del que han logrado escapar, gracias a la justicia que solo tiene ojos contra Donald Trump, pues esos datos le brindan alguna tranquilidad. Porque, si un presidente norteamericano escapa del fraude, de la corruptela con Ucrania y con China, de la presunta pedofilia, fotos con niñas asiáticas, desnudo durante semanas, endrogado (me refiero siempre a Hunter), por qué no habría de escapar también el 'Uan', que se cree el más listo del planeta y sus adyacentes.

Además de todo el «fango» (le pido la palabra prestada al 'Uan', terminaremos por creer que la inventó y la acuñó él), se siente protegido por sus ministros, a cual más siniestro, por la Bruja que se cree la reinona de Europa y que lo consiente como a nadie, porque el 'Uan' sabe cómo caminarle a las mujeres, con «ese tumba’o que tienen los guapos al caminar», igual que en la canción de Pedro Navaja, y sonreírles así, con los ojos gachos y a toda dentadura. Para más suerte, es alto, ser alto funciona invariablemente en la seducción de tembonas faltas de mandarria (viejas anhelantes).

Hace varios años tuve el honor de ser Premio Finalista del Planeta con una novela titulada 'Te di la vida entera' (1996). La historia va de una romántica habanera que espera toda su vida al amor de su vida dándose sillón en una comadrita chirriante de los años cuarenta. El tipo se la dejó en los cayos (la abandonó) para largarse a la Yuma (USA, por la película ‘El tren de las 3 y 10 hacia la Yuma’, 1957) pues la mafia castrista no le aportaba lo necesario, ni tanto, como le aportaba la mafia americana. Finalmente, el tipo decide volver décadas más tarde a la isla, a recuperar un billete de un dólar sembrado en una maceta, la que sin saberlo cada noche riega su Penélope. Se ve obligado a visitarla, engañándola de nuevo le asegura que regresó para amarla por siempre. Solo que ambos son ya dos ancianos cagurrientos, y el dólar, que él supone que todavía lleva una misteriosa cifra inscrita que le ayudaría a recuperar una gran fortuna en un banco suizo… ¿Habría sido comido por una cucaracha? Misterio con carcajadas incluidas; léanse la novelita, verán que a veces los novelistas nos creemos proféticos, hasta aurigas, y lo peor es que en ocasiones lo conseguimos. Ah, ella se llamaba Cuquita Martínez, y a él le rebautizaron en su juventud con un apodo, como no podía ser de otra manera, ese apodo era El 'Uan'. El 'Uan' en los negocios fraudulentos, y el 'uan' en el corazón de su enamorada.