El circo de los leones

En el Palacio de la Soberanía Nacional, donde se deben debatir democráticamente los problemas del pueblo. En su puerta principal siguen dos grandiosas esculturas de leones. Y en su interior está el hemiciclo, para que los representantes del pueblo cómodamente puedan dialogar.

Pues mira por dónde, lo han convertido en un circo de leonas y leones, cada una y cada otro van a lo suyo, muchos ni van, solo cuando los toca la «clac» para aplaudir al «artista Sánchez» y a cobrar.

El «artista» entra y sale del circo cuando le conviene y le da la gana y sus palmeras y palmeros van detrás. Para eso este espectáculo lo ha montado la izquierda sanchista y sus socios de la extrema izquierda comunista, que han sido y siguen siendo un hatajo de delincuentes y extorsionadores creadores de pobreza y miseria. Defensores de dictadores por la fuerza que destruyen vidas, como Putin.

Cuando empezó a funcionar la democracia y el felipismo y el guerrismo llegaron al poder, Alfonso Guerra, el lenguaraz, acertó al afirmar que, de todo lo que quedaba en España a la izquierda de su partido socialista, debería ocuparse la Guardia Civil. Que para eso el franquismo los había mantenido a raya.

Y llego Pedro Sánchez con la moción de censura contra el Gobierno de Rajoy, para incumplir los compromisos socialistas guerristas. Pedro Sánchez está solo dotado por naturaleza para las puñaladas traperas al ideario socialista, quizá sea más comunista que socialista, lástima que no aprendiera otra cosa cuando lo expulsaron. Y que todavía hay gentes que le crean. Porque jamás de los jamases se planteó no gobernar con la extrema izquierda. El mismo día se abrazó con la dictadura comunista. Como un falso e hipócrita de extrema izquierda que puede legislar el aislamiento de los partidos democráticos, para eso ha llenado el Tribunal Constitucional de sicarios. Sánchez se encamó con un personal menos democrático que Otegui y su banda, que ya es decir. Y lo estamos pagando muy caro…