Lo próximo, palomitas de maíz

Ha provocado estupor entre la gente mayor el último anuncio de la factoría «Compra votos Sánchez» lo de los dos euros en los cines, cada martes. Particularmente, me he sentido como un indigente al que un señorito le arroja unas monedas al suelo, algo lejos de sí para que no le manche los zapatos y, mientras las recojo, él se sube a un pedestal esperando que le adore, o sea, que le entregue mi voto. Pues va dado.

Este hombre, ayuno de empatía y lleno de soberbia, se cree que la compra de votos a los ciudadanos es coser y cantar. Ya no sabe cómo insultar a la inmensa mayoría de la gente –ideologías aparte– pensando que la dignidad (eso que él no sabe lo que es) no existe en el colectivo social y que nos puede comprar a todos por un plato de lentejas. Qué equivocado está. La sociedad no es un gran prostíbulo que vende su virginidad a cualquier gobernante irrespetuoso con sus ciudadanos. Espero que, en diciembre, él y su corte de cientos de asesores (de dónde los habrá sacado), desaparezcan del Gobierno de esta gran nación formada por ciudadanos que no venden su dignidad a charlatanes de feria.

Señor Sánchez, los mayores de 65 años hemos ido al cine desde niños. Y seguiremos yendo. Y pagando de nuestro bolsillo. Y deje ya de ofender con tanta generosidad que, al final sale de nuestros impuestos y de los de nuestros hijos, si es que tienen trabajo, claro. Deje de regalarnos tanto y aplíquese a gestionar bien la cosa pública. Y, por favor, no anuncie en el próximo mitin que, además de los dos euros, se nos regalará una bolsa de palomitas, solo con enseñar en el ambigú el carné de identidad.