Las sólidas afinidades de fray Mentiras

Ya expresé en alguna ocasión ciertas peculiaridades de nuestro presidente del Gobierno, manifestadas por alguna persona cercana a él: es muy peligroso, o expele odio por todos los poros de su cuerpo. No es preciso incidir en ello, pues está confirmado por su comportamiento. Por otro lado, no discrepes de sus ideas, pues estarás perdido, acosado, insultado y denostado por él.

Hay que ser terrorista, independentista, o buscar la destrucción de nuestro Estado de derecho, para gozar de su simpatía. Esto que podíamos intuir por sus relaciones con la escoria política que sufrimos, nos lo ha confirmado en el Congreso de los Diputados con su intención de mantener su abrazo y amistad a Bildu. Aunque su eminente maestría en el uso del verbo, nos pueda hacer creer otra cosa, claramente hemos podido constatar esta gran afinidad, naturalmente porque él es igual a ellos.

«Los mismos problemas que llevaron a una guerra civil son los que tenemos ahora», afirma el historiador Pío Moa. Quiero creer que no sea tanto, pero admito que de este presidente del Gobierno que tenemos, se puede esperar cualquier cosa.