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23 de septiembre de 2024

Cartas al director

Estoy francamente decepcionado

Consolidar la democracia en España nos ha costado a todos mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio durante muchos años. Como reza el dicho «en todos sitios cuecen habas», en España tenemos también ciertos grupos que se declaran independentistas, los cuales a pesar de que llevan décadas chupando de la teta de España están convencidos (o eso dicen ellos) de que les irá mucho mejor desligándose de España, pero a ser posible sin desengancharse de la teta.

Estos grupos constituyen minorías circunscritas a determinados territorios como Cataluña y algún otro y van a lo suyo sin importarles nada más, sin importarles el resto de España, se creen especiales y si no lo son, se lo inventan.

Pero el problema empieza ahora, fruto del ego, prepotencia y soberbia de una persona que cegada por mantener un poder que en esta ocasión no le han dado las urnas, y en contra de todo lo que declaraba hace pocas semanas va a perpetrar la tropelía de entregar a los independentistas todo: amnistía, reconocimiento de Cataluña como nación, preparación de un referéndum de autodeterminación, y toda una serie de cosas que todos conocemos gracias a la «letra grande» de las noticias y todo lo que diga la letra pequeña de muchos documentos anexos que no conoceremos.

Aparte del manifiesto agravio comparativo con respecto a otras comunidades, todo esto constituirá un cambio sustancial sin reforma constitucional y es por designio de un Gobierno que cede a las exigencias de una persona. Sin mayoría parlamentaria, sin acuerdo, consenso ni unanimidad, eliminando la división de poderes, es decir, una práctica con el tufo de esas dictaduras disfrazadas de democracia que hay por ahí.

Creo que –en mi humilde opinión– parece simplemente un acuerdo entre delincuentes hecho a la medida de los delitos cometidos desde el 2012 al 2023 que sin duda alguna repetirán.

Estoy decepcionado.

Francisco José Huerta Coso

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