Cartas al director
Un sueño para Palestina
Me da un poco de vergüenza. Es tan ingenuo; casi infantil. Permítanme por favor no obstante que comparta mi sueño. El caso es que he soñado que una Brigada de Marines US desembarcaba en Gaza para detener la supuesta lucha de Israel contra Palestina. Desde ese grupo naval americano, enviado con presteza para fortalecer a Israel, emergían diminutas barcazas militares. Una vez establecida la cabeza de puente, quedaba favorecida la llegada de las lanchas de desembarco con refuerzos y ayuda para sus habitantes. Tendrían que ver ustedes las miradas de los niños…; las bendiciones de los ancianos. Netanyahu gesticulaba fuera de sí. Se consiguió aún y todo un alto el fuego, en el que Biden había fracasado antes por ya no recuerdo cuántas veces. El presidente-yayo ya no era objeto de mofa. También el ejército americano había recuperado el prestigio y la determinación que habíamos olvidado hace ya decenios. En Europa estábamos encantados. Ese era, y no cualquier otro, el paraguas de defensa bajo el que nos sentíamos orgullosos. No el de recabar Estados figurantes para la foto justificativa de cuitas privadas. Quedaba lejos la América que tutela a dictadores camuflados, y sin camuflar. Sus dictadores, por supuesto; no otros. No se sabe bien de dónde salían tantas banderas esteladas. Un burro trotón casi me arrastra. Su gesto de atizarme una coz consiguió despertarme. Con lo a gustito que estaba. Casi creí por un instante que Netanyahu era depuesto. Rápidamente me incorporé y tomé estas notas; antes de que los segundos me arrancasen el hermoso sueño que ahora se esfumaba.