Resulta enternecedor cómo Podemos dice oponerse a las políticas del Gobierno para acabar siempre sumándose a su equipo. Lo más sorprendente en el caso de las políticas fiscales es que el cambio se produjo solo porque Sánchez les dio su palabra. ¿Puede haber alguien en España que todavía considere que la palabra del presidente del Gobierno tiene valor de compromiso?
La diputada del PP en la Asamblea de Madrid sin duda no mintió cuando dijo en el pleno de la Cámara que «a muchos socialistas les gustan los prostíbulos. Prueba de ello, Tito Berni y los ERE de Andalucía». Pero cuando el presidente de la Cámara pide que se retire un comentario así, la cortesía parlamentaria debería haber llevado a Platero a retirar sus palabras. No lo hizo y, lógicamente, fue llamada al orden.
En un nuevo ejemplo de la solidaridad de algunos españoles, el presidente de Mercadona ha puesto en marcha ayudas a los mil empleados de la empresa afectados por la DANA. Sería muy de desear que quienes con tanta frecuencia critican a empresarios ejemplares como Roig salieran ahora a ensalzar su capacidad de ayudar a los que lo necesitan.
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