La asesora de la Presidencia del Gobierno no tuvo ayer más remedio que decir la verdad ante el juez donde comparecía como testigo. Y la verdad es que a ella se le paga con dinero público por hacer de secretaria de los negocios particulares de su amiga Begoña Gómez. Una vez más se demuestra que se creen con derecho a todo.
En una afirmación sin sentido, la Fiscalía General del Estado sostiene que su titular borró todos los mensajes de su teléfono en un plazo de seis días por protocolo. Pero, sorprendentemente el protocolo no era aplicable a la fiscal titular de Madrid con la que se intercambiaba mensajes. Verdaderamente, muy raro.
El ex vicepresidente del Gobierno ha sido condenado a casi cinco años de cárcel y a multas por más de dos millones de euros, de los que 568.413 deberá abonarlos a Hacienda. Rato es condenado por delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. Pero cabe señalar que la pena que pedía la Fiscalía para Rato era de 70 años de cárcel.
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