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TribunaAmalio de Marichalar

La sociedad civil al rescate de España

La toma al asalto de televisión española es el penúltimo capítulo de esta última semana en un alarde nacional socialista y comunista a la vez de atropellar sin escrúpulo alguno el Estado de derecho, la información libre y la democracia

Actualizada 01:30

El homenaje a los terroristas que este gobierno ha hecho en los últimos diez días con rebajas de penas por acumulación de penas por delitos distintos, imposición de una nueva ley de seguridad, la próxima entrada en vigor en quince días de la rebaja de los delitos antes descritos, la próxima rebaja de penas en el código penal que anuncia la presidenta de la AVT, son hechos que solo ellos suponen la más abyecta vileza jamás perpetrada por nadie y encima patrocinada por el presidente del Gobierno para permanecer en la silla.

Su inmoralidad es tan declarada y es tan visiblemente restregada ante las víctimas del terrorismo y sus familias, así como ante el resto de españoles de bien de cualquier pensamiento, que es imposible que ello esté protagonizado por alguien normal y en su sano juicio, o salvo que la maldad sea tan declarada que incluso lo pase en grande haciendo tanto daño y causando tanto sufrimiento, lo cual es también el mayor peligro jamás visto para la sociedad.

El desprecio y ataque a la justicia en el caso de la imputación del fiscal general del Estado es tan perverso e inaudito queriendo tratar de decir que lo blanco es negro y eso repetido por el presidente del Gobierno o el ministro de Justicia y otros, que tampoco se ha visto eso jamás en una democracia y el consiguiente peligro para la democracia se hace claramente visible.

La mentira ante el 'sí' viaje de la vicepresidenta de un país denunciado por delitos de lesa humanidad por Naciones Unidas es tan flagrante, habiendo autorizado el presidente del Gobierno cuatro días antes ese viaje que dicen ahora que es un 'no' viaje y ello se llama dictadura de desinformación programada y decidida nazi (nacional socialista) y comunista a la vez para confundir y manipular a su electorado y obligarle a creer la mentira más flagrante como bondad de gobierno.

La toma al asalto de televisión española es el penúltimo capítulo de esta última semana en un alarde nacional socialista y comunista a la vez de atropellar sin escrúpulo alguno el Estado de derecho, la información libre y la democracia.

Los 88 días sin reconocer al presidente Edmundo González Urrutia es un escándalo que alcanza ya cotas irrespirables, en tanto el mundo libre ha reconocido sin ambages la gesta histórica de la oposición venezolana. La inexistencia de una condena expresa al régimen criminal de Maduro ni a su mano derecha, Zapatero, la inexistencia de una condena por los asesinatos masivos y los encarcelamientos, la inexistencia del apoyo a la condena internacional en la Corte penal Internacional… todo en línea con un gobierno cómplice de viajes a España que estaban prohibidos y que el presidente del Gobierno autorizó, repito, cuatro días antes de que se produjera, todo en línea con una complicidad muy oscura con un dictador criminal. Por cierto, nos enteramos hace tres días que el expresidente del Gobierno Zapatero es enviado por el presidente del Gobierno a Suiza a negociar con el prófugo de la justicia y golpista Puigdemont, para lograr comprar una prórroga en el sillón presidencial. ¡Esto es tan abyecto que todos ellos merecen la cárcel ipso facto! Y sin contemplaciones. Esta vergüenza mundial es algo imposible de calificar como merece.

Todas estas aberraciones que se producen en las últimas horas han tenido cumplida respuesta en la manifestación del pasado domingo, organizada por la Plataforma por la España Constitucional, con más de cien asociaciones y entidades de la sociedad civil de toda España, donde centenares de miles de españoles han protestado contra un gobierno cuyo referente es la ignominia y el ataque frontal a la Constitución, a la independencia judicial, a los medios libres y a la democracia. La protesta decidida del pueblo español, independientemente de ideologías, contra un gobierno corruptor de la democracia, corruptor de voluntades, corruptor de la sociedad y corruptor de los principios que han de regir el comportamiento de un primer ministro de cualquier nación civilizada. Esta enorme manifestación es la cuarta en poco más de año y medio y no tiene precedentes en nuestra democracia, al verse obligada la sociedad civil a defender en masa los fundamentos básicos de la democracia y de la reconciliación y abrazo que nos dimos todos los españoles en la transición ejemplar y que el Gobierno con una desconsideración e indecencia superlativa y ataque de locura sin precedentes, mancilla y vilipendiada a diario .

No solo la manifestación histórica del domingo, sino que a diario nos manifestamos en Madrid, Burgos y otras ciudades españolas, cumpliendo hoy 361 días seguidos en contra de una inconstitucional ley de amnistía que ataca el corazón de la democracia española y de toda Europa, en contra del ataque del gobierno a los jueces y a la independencia judicial, así como el ataque a la libertad de expresión y medios. En contra de un gobierno impostor y cautivo de una corrupción asfixiante que rodea al mismo presidente de Gobierno. En contra también desde hace ya 88; días de la falta de reconocimiento del presidente electo de Venezuela Edmundo González Urrutia, en contra de la increíble actitud de un presidente de Gobierno que no condena a un presidente criminal y a su brazo derecho y en contra de un presidente de Gobierno que es el mayor ejemplo de lo que un amigo de un dictador hace, siendo el mismo cómplice voluntario de ese dictador criminal, así calificado por Naciones Unidas.

  • Amalio de Marichalar es conde de Ripalda
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