El Papa llega a un Chipre dividido y bajo presión migratoria
Francisco aterrizó en Chipre el pasado 2 de diciembre
Se trata de la segunda visita papal al país después del paso de Benedicto XVI en el año 2010. Una década más tarde, Francisco se encuentra un país dividido. En 1974, el ejército turco invadió el tercio norte de la isla mediterránea como respuesta a un golpe de Estado en Grecia, país que también visitará a lo largo de este fin de semana.
La zona ocupada, la República Turca del Norte de Chipre, es solo reconocida por el gobierno de Ankara. Mientras, en Nicosia, la capital chipriota, observan cómo los numerosos intentos de reunificación han fallado.
Esta división supone también un reto para la Unión Europea en materia de inmigración y de control, ya que toda la isla pertenece a la Unión Europea desde 2004, incluyendo la parte turca que de facto es independiente.
La isla es un enclave estratégico en el Mediterráneo. No solo es la puerta de entrada a Europa desde Turquía, también se encuentra a poco más de 100 kilómetros de Siria y a 180 kilómetros de Líbano. Según el gobierno chipriota, desde enero a octubre de 2021, habrían entrado en el país más de 10.800 personas de manera ilegal.
Tanto la búsqueda de la paz como ahondar sobre el drama de la migración son dos de los temas clave de la visita de Francisco a Chipre.