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Las hermanas Paulinas de Lagore, Pakistán, vende artículos religiosos, libros y forman a los jóvenes a pesar de las amenazasACN

Cristianos Perseguidos

La librería católica que evangeliza en la tierra de los talibanes

En un país donde la presencia cristiana es minoritaria, apenas un 2 %, y donde todas las actividades relacionadas con la Iglesia católica están bajo sospecha, las Paulinas venden libros, artículos religiosos, forman a los jóvenes y comparten la fe

La hermana Ghazia trabaja en la única librería católica que hay en Pakistán. Ella es religiosa de la congregación de las Hermanas Paulinas, cuya misión es hacer presente a Jesucristo ante los paquistaníes, a pesar de las amenazas constantes de los extremistas islámicos.

Esta es la historia que conocemos al entrar en la campaña Que haya sitio en tu posada, impulsada por Ayuda a la Iglesia Necesitada, donde se trata de concienciar, tal y como nos reconocía su director, Javier Menéndez Ros, el trabajo de «de 82.000 sacerdotes, religiosos y laicos, que son los auténticos pilares que, por todo el mundo, están sosteniendo esta Iglesia necesitada y perseguida». 

Las hermanas Paulinas venden objetos religiosos y libros, además de apoyar la educaciónACN

La vida tras un atentado

Hace varios años la librería de las Paulinas en Lahore sufrió serios daños por la explosión de una bomba. Los talibanes acusan a las hermanas de poseer material prohibido por el Corán. A pesar del miedo y la tensión que supone vivir en una situación como la actual, las Paulinas han reconstruido la librería y continúan ofreciendo literatura religiosa y catequética, materiales audiovisuales y artículos religiosos. 

Las nueve hermanas y once candidatas del monasterio que sostiene esta obra evangelizadora, es crucial para la formación de los niños, tal y como reconoce en el vídeo realizado por ACN la hermana Ghazia: «Una fe firme puede sacar a los jóvenes de la pobreza y llevarlos a un futuro mejor».

El trabajo de estas religiosas no termina aquí. Las Paulinas visitan las parroquias de los suburbios para enseñar el catecismo a los más pequeños y explicar a las madres la importancia de educar a sus hijos en la fe. A día de hoy, los cristianos en Pakistán representan menos del 2 % de la población y viven en aldeas empobrecidas, donde trabajan en régimen de servidumbre.

«Confiamos en la oración. Es así como dejamos que Jesucristo nos ame y como nosotros compartimos ese amor, pero para llevar a cabo nuestro servicio necesitamos de nuestros bienhechores y de Ayuda a la Iglesia Necesitada», concluye la Hna. Ghazia.