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El Papa Francisco se ha dirigido al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa SedeVatican Media

Francisco, a los diplomáticos: «La pandemia nos impone una cura de realidad»

El Papa se ha dirigido hoy a los representantes de más de 183 Estados que cuentan con representación en el Vaticano para compartir sus impresiones sobre la vacunación, la migración y la educación

El Papa Francisco ha lanzado hoy un nuevo llamamiento para «inmunizar a la población lo más que se pueda». Un reto que requiere un compromiso personal y político, ya que el cuidado de la salud «constituye una obligación moral». Ante ello, el pontífice ha alertado sobre el peligro de dejarnos «influenciar por la ideología del momento, a menudo basada en noticias sin fundamento o en hechos poco documentados».

Estas declaraciones las ha hecho en el discurso ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, donde plantea los objetivos estratégicos del año. Para el Papa, uno de los grandes problemas actuales es ver cómo la ideología dificulta a veces ver la realidad de forma racional. Frente a ello, considera que «la pandemia nos impone una suerte de cura de realidad, que requiere afrontar el problema y adoptar los remedios adecuados para resolverlo».

«Las vacunas no son instrumentos mágicos de curación»

El obispo de Roma ha insistido en que las vacunas «no son instrumentos mágicos de curación», pero que en este momento constituyen «la solución más razonable para la prevención de la enfermedad». Por este motivo, cree que desde el ámbito político se debe realizar una comunicación transparente de las medidas que se van tomando.

Los representantes de más de 183 Estados que cuentan con representación ante la Santa Sede han escuchado al Papa exigir un compromiso internacional para que las vacunas lleguen a todos. Una exigencia contundente «para que los gobiernos y los entes privados implicados muestren sentido de responsabilidad, elaborando una respuesta coordinada a todos los niveles, mediante nuevos modelos de solidaridad». El objetivo es que no se desprecie y abandone a los ciudadanos de los países menos desarrollados.

El Santo Padre ha insistido en la importancia de la educaciónVatican Media

En el recuerdo de las iniciativas diplomáticas del año pasado, el Papa ha querido agradecer el esfuerzo de determinados países por atender a los inmigrantes. Consciente de las dificultades para acoger flujos ingentes de personas, Francisco ha marcado una línea clara. A su juicio, «a nadie se le puede pedir lo que no puede hacer, pero hay una clara diferencia entre acoger, aunque sea limitadamente, y rechazar totalmente». Un mensaje directo contra la estrategia de determinados países del este de Europa.

La diplomacia internacional atraviesa una crisis de confianza, dice Francisco

El Papa ha recalcado que «es necesario vencer la indiferencia y rechazar la idea de que los migrantes sean un problema de los demás». El resultado de esta forma de pensar, según el pontífice, «se ve en la deshumanización misma de los migrantes, concentrados en centros de registro e identificación, donde acaban siendo presa fácil de la delincuencia y de los traficantes de seres humanos».

Ante los retos de la pandemia, las migraciones y el cambio climático, el obispo de Roma confía en la necesidad de una respuesta global. Pero el problema que aprecia es que «la diplomacia internacional atraviesa una crisis de confianza, debida a una reducida credibilidad de los sistemas sociales, gubernamentales e intergubernamentales». Una desconfianza por la toma de decisiones por parte de unos pocos que afectan a muchos. Por este motivo, cree que es preciso adoptar «una diplomacia multilateral verdaderamente inclusiva».

El Papa ha recordado la importancia de promover la educación, como uno de los remedios para el futuro del mundo. «Es el vector principal del desarrollo humano integral, ya que hace a la presona libre y responsable». Ahí es donde ve la esperanza para las nuevas generaciones. 

Francisco junto a los representantes diplomáticos de 183 paísesVatican Media