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'Petra de San José', la película católica para tiempos de desamparo

El director Pablo Moreno vuelve a sacar una cuidada pieza cinematográfica sobre los santos y beatos españoles. Esta vez se adentra en la vida de la fundadora de las Madres de los Desamparados

El director de cine Pablo Moreno no deja de sorprendernos. En pocos meses –en plena pandemia– ya ha estrenado dos películas y está a punto de hacerlo con una tercera. En otoño estrenó Claret, la semana que viene Petra de San José, y próximamente verá la luz La sirvienta, sobre santa Vicenta María, patrona del servicio doméstico. 

No creo que haya otro director en el mundo que haya dirigido tantas vidas de santos, y además de santos contemporáneos. Y casi todos españoles. Así que Pablo Moreno podría estar en varias categorías de los Guinness. Pero especialmente importante es lo último, pues el cine español es muy pobre en lo que a revisión histórica se refiere, y no digamos nada en relación con nuestro siglo XIX, la especialidad de Pablo Moreno.

El film de la Madre de los Desamparados

La película que nos ocupa, con guion de Andrés Garrigó y Pedro Delgado, se centra en varios periodos de la vida de Ana Josefa Pérez Florido, señalada como beata Petra de San José por Juan Pablo II en 1994. Ella fue la fundadora de las Madres de los Desamparados e impulsora de la construcción del santuario de San José de la Montaña en Barcelona. El nacimiento de su vocación, su ingreso en las mercedarias, la dura época en el Hospital de Vélez, la fundación de la congregación, el terremoto de 1884, la construcción del santuario de San José… son algunos de los episodios que relata el film, en paralelo con una trama ambientada en la Guerra Civil, y que permite conectar en el tiempo con el legado de la Madre Petra. 

Este recurso, frecuente en las películas de Pablo Moreno, es especialmente importante en este caso, ya que esta subtrama se inspira en el robo real de los restos mortales de la beata a manos de un masón, después de la quema del Santuario de San José a manos de facciones marxistas. Como vemos en las imágenes de los créditos finales, en 1983, en presencia de monseñor Roca Cabanellas, a la sazón arzobispo de Valencia, fueron exhumados los huesos de madre Petra en el pueblo valenciano de Puzol.

Fotograma de la nueva película de Pablo MorenoGoya Producciones

Desde la intriga eclesial al amor servicial

La película, por un lado muestra el servicio de la Iglesia a los más necesitados, pero por otro no oculta el pecado dentro de la misma, motivado por envidias, recelos y rencores. En este sentido, la figura de san Pio X aparece en el film como un firme protector de la obra de Madre Petra, así como Manuel Gómez-Salazar, obispo de Málaga. Pero también encontramos sacerdotes y obispos intrigantes. Esta dualidad también se nos muestra en el ámbito civil, donde vamos a encontrar el apoyo y rechazo del pueblo a partes iguales, las insidias de los políticos y las debilidades de los patrocinadores.

Aunque volvemos a encontrar las caras conocidas de las películas de Pablo Moreno, como Assumpta Serna, Laura Contreras, Alba Recondo, Alejandro Arroyo o Antonio Reyes, también descubrimos caras nuevas como Mariam Arahuetes u Olga Mansilla, ambas en el papel de Madre Petra. La película está producida con primor, con una brillante dirección artística de Carlos Moreno y un impecable diseño de vestuario de Nacho Pérez. En conclusión, esta cinta consigue darnos a conocer, al menos de forma sumaria, la relevancia de la beata Petra de San José y de su obra en favor de los más desfavorecidos. Algo muy oportuno en un mundo en el que los descartados –los «desamparados»–, no hacen más que aumentar.