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Philipp Spalek

Cáritas Polonia acoge a 2.000 huérfanos y niños con discapacidades llegados desde Ucrania

La organización ha lanzado una iniciativa para transportar y distribuir más de 200.000 paquetes con alimentos y productos de higiene básicos

Además de la campaña de recaudación de fondos para los refugiados ucranianos, que llegan cada día por miles a las fronteras europeas, Caritas Polonia está haciendo acopio de una serie de paquetes con productos no perecederos y bolsas de higiene para atender a una familia por espacio de una semana.

En Przemyśl, uno de los puntos calientes de entrada de refugiados, los voluntarios locales de Caritas han distribuido desde el comienzo de la guerra más de 50.000 comidas calientes, repartidos por autoridades locales, servicios médicos y los socios de Cáritas. Entre el reparto de bocadillos, dulces, frazadas y colchonetas, la institución de la Iglesia organiza actividades para los niños, para alejarlos, aunque sea por un breve espacio de tiempo, del drama de haber tenido que abandonar sus casas, sus escuelas, a los familiares que no pudieron acompañarles o que está en primera línea de batalla.

Cerca de Dorhusk, en la frontera con Ucrania, Cáritas prepara cajas con víveres para una semanaC.P.

Cien generadores para los hospitales

La labor de la Iglesia católica ante el drama de la guerra no se limita solamente a la acogida y la manutención. Según informan desde la propia Cáritas polaca, en los últimos días se han transportado cerca de cien generadores de electricidad a los hospitales ucranianos que se han quedado sin suministro tras los constantes bombardeos del ejército ruso.

Los representantes de Caritas-SPES, como también se conoce a la entidad de la Iglesia en suelo ucraniano, no han querido dejar escapar la ocasión para agradecer a los polacos por su apoyo en estos momentos de tensión, dolor e incertidumbre por lo que cabe esperar. Imagen, la ofrecida por el Gobierno de Morawiecki, muy distinta la que está dando ahora respecto a lo acontecido hace tan solo unos meses en la frontera noreste con Bielorrusia.

CáritasC.P.

Los niños y discapacitados de la guerra

«Teníamos muy buenas relaciones y habíamos realizado proyectos juntos antes, así que cuando comenzó la guerra, sabíamos que Caritas Polonia sería la primera organización que tendería una mano amiga. Es un gran trabajo, por el que nos gustaría extender nuestro agradecimiento», subraya el Piotr Rosochacki, director de Caritas en Odesa.

«Hemos preparado tres grandes envíos y estamos trabajando en cinco más», confirma Olena Kawa, miembro de la institución católica desde Ucrania. «Contienen agua, alimentos y productos básicos. En el oeste de Ucrania todavía se pueden comprar estos productos, en las partes central y oriental del país, es prácticamente imposible hacerse con ellos». De ahí la importancia de coordinar estos convoyes para que lleguen a los que han quedado atrapados entre las líneas de fuego.

Desde la invasión rusa de Ucrania, Cáritas está asumiendo nuevas tareas, como proporcionar alojamiento y atención a 2.000 huérfanos y niños con discapacidad. Hasta el momento han llegado 400 niños, de los cuales 200 han sido acogidos por la diócesis de Opole y 20 están en las instalaciones de Caritas en la archidiócesis de Czestochowa. La mayoría son personas con discapacidad, muchos de ellos muy jóvenes y algunos mayores de 18 años con parálisis cerebral. «La evacuación de los niños se llevó a cabo en condiciones muy adversas. Una situación de guerra significa que no se puede planificar nada de antemano. Aquellos en Ucrania que organizaron la evacuación están operando en condiciones donde ponen en riesgo sus vidas. Caritas, con el apoyo de la Cancillería del Primer Ministro y el Ministerio de Relaciones Exteriores, está acogiendo a otros grupos evacuados», señala Monika Figiel de Caritas Polonia, quien agradeció el trabajo de Aldeas Infantiles y otras organizaciones no gubernamentales para poder sacar a los chicos de las nuevas trincheras en las que se han convertido sus hogares.

Una madre con su hijo, recién llegados a uno de los puestos fronterizos en PoloniaC.P.

Por último, el sacerdote Marcin Iżycki, director de Caritas Polonia, ha agradecido en su último comunicado, «la generosidad del pueblo polaco», así como el apoyo financiero y material, tanto de donantes particulares como de las organizaciones empresariales. Iżycki quiso reiterar la importancia de seguir coordinando la ayuda que vaya llegando, de detectar las necesidades específicas del día a día a las que atender y mantuvo el nivel de alerta para que pueda seguir llevándose a cabo la labor de la Iglesia con los más necesitados de esta guerra entre Rusia y Ucrania.