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Las Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco aborda en su primera sesión la eutanasiaACdP

Jornadas Católicos y Vida Pública País Vasco

Experto en cuidados paliativos: «Eliminar el sufrimiento no puede ser eliminar a quien sufre»

Jacinto Bátiz, médico del Hospital San Juan de Dios de Santurce abrió las XVI Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco con un alegato en favor de los cuidados paliativos

El médico Jacinto Bátiz ha dirigido durante 25 años la unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios de Santurce, y tiene clara su postura ante el enfermo que sufre: «Aliviar el sufrimiento no debe consistir en eliminar a quien sufre». El también director del Instituto para Cuidar Mejor abrió este viernes con un alegato contra la eutanasia las XVI Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco, organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP).

«La eutanasia es un fracaso», insistía el viernes el doctor Bátiz frente al público congregado en el Palacio Euskalduna, que acoge el evento hasta el sábado. El ponente desmintió que la eutanasia sea fruto de la compasión o un acto de amor: «la verdad –dijo– es que la eutanasia no es un acto médico, aunque la ley nos asigne esta función», y criticó que esta norma supone una «extralimitación» de la política.

Por una ley de cuidados paliativos

El autor del libro Cuestiones sobre la eutanasia criticó la ley española que regula esta práctica –una norma que consideró apresurada y engañosa–, y criticó que «el Estado se ha olvidado de legislar para la mayoría que quiere morir sin sufrir». En esta línea, defendió la necesidad de aprobar una ley de cuidados paliativos para que esta atención «sea el derecho de todos, y no el privilegio de unos pocos».

Bátiz defendió que los cuidados paliativos no alargan ni acortan la vida, sino que la ensanchan. «No tienen como objetivo la muerte, sino cuidar la vida mientras esta llega a su tiempo, cuidando y acompañando al enfermo», planteó el médico, quien consideró también que el avance de enfermedades como las esclerosis, las demencias o el cáncer son desafíos para que la sociedad muestre su grado de civilización.

El doctor Jacinto Bátiz durante su intervención en congreso Católicos y Vida PúblicaACdP

El ponente advirtió del riesgo de una «pendiente resbaladiza» –recordó el caso de Holanda, donde ya se abre la puerta a legalizar la eutanasia para personas cansadas de vivir– y pidió esfuerzos en favor de una sociedad «sana y compasiva». Concluyó su intervención con diez puntos para un auténtico buen morir; entre ellos, ser tratado como un ser humano digno en todo momento, ser atendido en las necesidades espirituales o no alargar innecesariamente la agonía, con métodos como la sedación paliativa.

La intervención estuvo presentada por la doctora en Medicina Begoña Girbau, quien apuntó que la «tentación» de terminar con el sufriente «es tan antigua como el hombre mismo». Girbau coincidió con el doctor Bátiz en que el problema central es la posición ante el sufrimiento, porque ante una misma dolencia hay quien lleva una vida satisfecha y plena y hay quien pide la eutanasia.

Javier de Miguel, Rafael Murillo y José Mª Artola durante la inauguración de las JornadasComunicación ACdP

Decir la verdad, cueste lo que cueste

«Queremos que nos dejen decir la verdad en la vida pública», resumió el secretario general de la ACdP, Rafael Murillo, durante la inauguración de las Jornadas. Recogiendo el lema del evento La verdad, la libertad y la corrección política, defendió que los propagandistas se definen por ser «hombres de la verdad». «Sin la verdad auténtica que nos transmite Jesucristo, es muy difícil la libertad; ahí entra el peligro de esa ideología que nos cercena y nos vuelve acomodaticios».

Por su parte, el secretario del centro de Bilbao de la ACdP, Javier de Miguel, destacó que «nos encontramos ante una verdadera revisión de valores fundamentales». También puso en valor la imagen de san Ignacio de Loyola que presidía el estrado; «fue –glosó de Miguel– un vasco universal que ha llevado la fe por todo el mundo y nos ha enseñado que amar es servir».

El secretario del centro de San Sebastián, José Mª Artola, se refirió al fallecimiento del intelectual Mikel Azurmendi y del empresario Luis Hernando de Larramendi, presidente de la Fundación Ignacio Larramendi: ambos se habían comprometido a participar en las jornadas antes de morir.