El obispo Reig Pla: «Vivimos en una sociedad organizada por la muerte»

El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, defendió en Bilbao que la democracia se vuelve «mercantilismo» cuando no pone en el centro la dignidad de la persona o el respeto a la vida humana. Son, señalaba el prelado, realidades pre-políticas, que no dependen de las mayorías ni las minorías: «Si no, se establece la lógica del fuerte frente al débil», señaló, citando casos como la ley del aborto o de la eutanasia.

Presentado por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, Reig Pla intervino el sábado en las XVI Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco, organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Ofreció una ponencia con el título Principios para una opción política-católica según la Doctrina Social de la Iglesia, y en ella criticó que «vivimos en una sociedad tremendamente injusta, organizada para la muerte».

No obstante, insistió en que «los católicos no pueden abdicar de su participación en la vida pública», que va más allá de la política de partidos. Defendió el principio de subsidiariedad y lamentó que en España la Iglesia haya puesto poco énfasis en formar laicos para participar en la vida pública. También recordó que un católico no puede desvincular fe y vida al votar, y debe optar por una opción compatible con la fe.

Como paso previo a este análisis de la realidad política, monseñor Reig Pla trazó un recorrido histórico y sociológico. «¿Qué nos ha pasado?», se preguntaba el obispo, relatando el proceso secularista que ha expulsado a Dios de la plaza pública. Llamó a este fenómeno el «eclipse de Dios», y aseguró que lleva a un «colapso mental» y a un «apagón de la conciencia moral».

Señaló como consecuencias de este fenómeno corrientes como la revolución sexual, la cultura de la cancelación, la ideología de género o el auge del transhumanismo. «El cuerpo -señaló- es sacramental, la biología humana es sacramental».

Periodismo en Babel

En la sesión previa, los profesores Gabriel Galdón, catedrático de Periodismo de la Universidad CEU San Pablo, y Álvaro Abellán, de la Universidad Francisco de Vitoria, abordaron en una mesa redonda la relación entre corrección política y medios de comunicación. Galdón, y autor del libro Infoética: El periodismo liberado de lo políticamente correcto, criticó que el periodismo actual cae en un «error fundamental» al separar información y opinión.

Recordando a Chesterton, el catedrático lamentó la pérdida de una valoración ética sobre la realidad, y destacó que «en un mundo que es Babel, pierden sentido palabras como justicia». Galdón planteó que las tres tareas fundamentales de todos los cristianos respecto a la comunicación son defender la verdad, la vida y la libertad, «proponiendo la verdad de Jesucristo; con gracia, cariño y sin insultar, claro… pero como verdad, no como una opinión».

Reconstruir la confianza

Por su parte, Abellán propuso el encuentro como clave para abordar la comunicación en el entorno de lo políticamente correcto. Entró en dinámica de debate con su contertulio: «Gabriel -señaló- plantea un discurso nítido, y es así, pero hoy las nociones de verdad o libertad no las entiende nadie; ni siquiera quien las acepta está de acuerdo en su significado», y abogó por construir discursos desde la acogida y la apertura.

Abellán coincidió con otros ponentes en criticar que la corrección política ha pasado de ser un acto de diplomacia a una «herramienta de manipulación social», pero pidió recuperar esa noción de viajes indirectos hacia la verdad. «El problema es que, si digo ciertas cosas, ofendo, y entonces me tengo que preguntar cómo puedo construir algo con el otro», planteó, citando modelos como el coaching dialógico, que permite una auténtica escucha en casos, por ejemplo, de madres que se plantean abortar.

Galdón, con todo, insistió en que «Dios tiene sus derechos» y en que el «buenismo» no ha de llevar a comulgar con ruedas de molino en aras de la escucha y los espacios seguros. Ambos ponentes sí coincidieron en la necesidad de reconstruir la confianza en la sociedad y en que se deben cuidar las formas de la comunicación, adaptándose a la audiencia de cada situación.

La mesa redonda estuvo presidida por la periodista Paz Ugalde, quien lamentó que la cultura de la cancelación se extiende también a ámbitos privados, y que a menudo la posibilidad de tener conversaciones reales se ve truncada por el fuego cruzado de opiniones. Criticó el ambiente de desconfianza instalado en la sociedad, fomentado por aspectos como las etiquetas, las burbujas ideológicas o la sobrecarga de información y las fake news.