Cassidy Caron, la joven presidenta de los mestizos, habló, leyendo una declaración, sobre el «incalculable número de personas que nos han dejado sin que su verdad sea escuchada ni su dolor reconocido». Sin recibir nunca la humanidad básica y la curación que merecían». «El reconocimiento, la disculpa, llega con mucho retraso, pero nunca es tarde para hacer lo correcto», ha afirmado.