El Papa invita en Malta a encender «hogueras de ternura» para los migrantes

Tras una travesía en catamarán por el Mediterráneo, entre las islas de Malta y Gozo, el Papa Francisco ha pronunciado en esta última isla una homilía centrada en la acogida a los inmigrantes y a quienes sufren. A su juicio, «la acogida es la prueba de fuego para verificar cuán efectivamente la Iglesia está impregnada del espíritu del Evangelio».

Aludiendo al fuego que los habitantes de la isla de Malta encendieron para confortar a san Pablo y sus compañeros cuando naufragaron en sus costas, en el año 60, el Papa ha animado a mantener el mismo espíritu hoy día. «Este es el Evangelio que estamos llamados a vivir: acoger, ser expertos en humanidad y encender hogueras de ternura cuando el frío de la vida se cierne sobre aquellos que sufren».

En uno de los centros de peregrinación más populares de estas islas, el Santuario de Ta’ Pinu, en Gozo, el obispo de Roma ha recordado que la acogida recíproca es «un desafío permanente». No solo para quienes están dentro de la Iglesia, sino también para quienes se encuentran fuera.

Un llamamiento claro en un país que recibe numerosos inmigrantes desde las cercanas costas de Libia y donde la integración social de los nuevos vecinos no es fácil. En este sentido, el obispo de Roma ha recordado que la Iglesia no puede permanecer indiferente y mantener «prácticas religiosas que se reducen a una mera repetición del pasado», que no logran expresar «una fe viva, abierta, que difunda la alegría del Evangelio».

Por ello, ha insistido en la importancia de que el Sínodo ayude a «ser una Iglesia a la que le importa la unidad con Jesús y el anuncio del Evangelio, no la búsqueda de espacios y atenciones; una Iglesia que pone en el centro el testimonio y no ciertas prácticas religiosas; una Iglesia que desea ir al encuentro de todos con la lámpara encendida del Evangelio y no ser un círculo cerrado».

«Volver al amor de Dios»

El Papa ha querido completar la homilía de su primera jornada en Malta con una llamada a «volver a la esencia del Evangelio». Lo que significa volver «al amor de Dios, motor de nuestra alegría, que nos hace salir a recorrer los caminos del mundo y a la acogida del prójimo, que es nuestro testimonio más sencillo y hermoso en la tierra».

Visiblemente cansado y con dificultades para caminar debido a las molestias de su rodilla, el Papa ha mantenido toda su agenda de encuentros en este primer día de viaje a Malta. Numerosas personas se han dado cita en las calles y carreteras para saludarlo, retrasando y recargando su actividad durante una jornada muy emotiva. El domingo comenzará con una visita en Rabat, a la gruta donde la tradición asegura que vivió San Pablo tras su naufragio en la isla, y una Misa general en Floriana, junto a la capital del país.