Francisco, en Malta: «La guerra se venía preparando desde hace mucho tiempo»
La guerra en Ucrania ha sido el tema de fondo de la primera jornada del Papa en Malta. Se trata del primer desplazamiento internacional desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania
«la guerra se ha ido preparando desde hace mucho tiempo, con grandes inversiones y comercio de armas». Así lo aseveraba el Papa Francisco antes de iniciar la que es su 36 visita apostólica en nueve años de pontificado.
El Papa asegura que en Europa ha vuelto ha aparecer una «agresividad infantil y destructiva», que se aprecia en «las seducciones de la autocracia, en los nuevos imperialismos, en la agresividad generalizada, en la incapacidad de tender puentes y de comenzar por los más pobres». Por eso califica como ‘triste’ el que el entusiasmo por la paz que surgió tras la Segunda Guerra Mundial «se haya debilitado en los últimos decenios». Y lo grave es que con este conflicto en Ucrania «la lucha contra el hambre y las desigualdades han sido canceladas de las principales agendas políticas».
Frente a este panorama, el pontífice considera que la solución pasa por entender que no afrontamos problemas particulares o locales, sino conflictos que requieren soluciones globales. En este sentido, reclama una especial labor para reforzar el diálogo. «Volvamos a reunirnos en conferencias internacionales por la paz, donde el tema central sea el desarme, con la mirada dirigida a las soluciones que vendrán».
También ha insistido el Papa en que la gestión de la crisis migratoria, que ha afectado a Malta especialmente y que ahora con la guerra de Ucrania afecta a toda Europa, se afronte de forma colectiva. «No pueden cargar con todo el problema solo algunos países, mientras otros permanecen indiferentes», ha manifestado.
«Extirpar la ilegalidad»
Al margen de la guerra en Ucrania, el Papa Francisco también ha mencionado la necesidad de luchar contra la corrupción. Lo ha hecho en un país que aún lamenta el asesinato de la periodista Daphne Caruana, ejecutada con una bomba lapa cuando investigaba negocios turbios del primer ministro, forzado a dimitir poco después.
En este sentido, han tenido una resonancia especial las palabras del obispo de Roma al hablar de que es preciso reforzar los fundamentos de la vida común, que se basa en el derecho y la legalidad. «La honestidad, la justicia, el sentido del deber y la transparencia son pilares esenciales de una sociedad civilmente desarrollada», ha dicho. Y ha reclamado «que el compromiso para extirpar la ilegalidad y la corrupción sea, por tanto, fuerte como el viento que, soplando del norte, barre las costas del país».
el viaje del papa a malta
La isla salpicada por la corrupción y bajo la sombra de un crimen de Estado
En esta línea de denuncia de la corrupción, el Papa también ha afrontado un tema controvertido en este pequeño país mediterráneo, que es el urbanismo salvaje. Por eso ha reclamado que es preciso «protegerla de la avidez voraz, de la codicia del dinero y de la especulación edilicia, que no solo afectan al paisaje, sino al futuro».