Fundado en 1910

El presidente de la CEE ha abordado las principales cuestiones que atañen a la IglesiaEFE

El cardenal Omella tacha de «barbaridad» que las niñas de 16 años aborten sin permiso paterno

En el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el Ritz de Madrid, Omella se ha mostrado muy crítico con la propuesta de reformar la Ley del Aborto o de perseguir a los objetores de conciencia

«En momentos de cambios, no sabemos muy bien por dónde ir». Así ha comenzado su intervención el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal y arzobispo de Barcelona Juan José Omella, en el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el Ritz donde ha despachado alguna de las cuestiones que más comprometen a la Iglesia. Una de ellas ha sido la cuestión relativa a la reforma de la Ley del Aborto que el Gobierno de Sánchez quiere impulsar, volviendo a los tiempos de Bibiana Aído, desprotegiendo a los padres ante la tutela de sus hijos y dándoles una responsabilidad a las niñas a la hora de decidir la vida de otro ser humano. Y todo ello en una edad en la que si van a un bar a pedir una caña con limón, les requerirán el DNI y se la denegarán.

«Nosotros estamos para defender la vida en todos sus estados. Ahora bien ¿Cuándo empieza la vida? Eso es un tema que tendrán que decir los científicos y los médicos, no la Iglesia. Y lo que dicen es que en el seno de la madre, después de la concepción, lo que hay es una vida y que es un ser humano», aseveraba Omella para terminar agregando: «Si se ayuda a abortar, ayudemos también a la madre que no quiere abortar y a los médicos defensores de la vida que no tenga que apelar a la objeción de conciencia».

Omella, especialmente contundente en cada una de sus respuestas, ha hecho una observación «un tanto maliciosa», como él mismo ha señalado, que resulta «curioso que en momentos de crisis política saquen la cuestión del aborto; tal vez para desviar la atención de otros temas más importantes». «Eso es utilizar temas morales para la política», sentenciaba el presidente de los obispos españoles.

«Es una barbaridad»

«Me parece una barbaridad. Los padres tienen algo que decir», apuntaba contrariado Omella ante esta cuestión, parafraseando la torpeza de Isabel Celaá, extrañamente embajadora española en el Vaticano, cuando estaba a cargo del Ministerio de Educación cuando señaló que «los hijos no son de los padres», a lo que el cardenal arzobispo de Barcelona agregó «sino del Estado».

A pesar de estas declaraciones, el presidente de la CEE ha indicado que la labor de la Iglesia debe ser la de «mantener buenas relaciones con todas las instituciones políticas» y que puedan avanzar del forma conjunta en el trabajo «por el bien común». A su juicio, la sociedad actual está «polarizada» y, por ello ha defendido la necesidad de «dialogar» y «pactar» con el Gobierno a pesar de que haya medidas de este que le puedan «gustar más o menos».

El cardenal Omella durante su intervención en el Nuevo Economía FórumEFE

Otro de los temas por el que ha sido cuestionado es el de la investigación abierta por los abusos sexuales a menores ocurridos en el entorno de la Iglesia, unos hechos por los que, según ha indicado, se sienten «doloridos y avergonzados». Aún así, ha indicado que este tema es «mucho más amplio que la Iglesia» y que debe extenderse a la sociedad en general. «Si queremos regenerar a la Iglesia debemos regenerar a la sociedad en valores», ha apuntado para después agregar que tras la última comunicación sobre los 506 casos detectados por la investigación independiente llevada a cabo por el despacho Cremades & Calvo Sotelo no se han reportado nuevas denuncias hasta el momento.