¿Cuántos exorcistas hay en el mundo?
Una formación cada vez más exhaustiva y profesionalizada para los cientos de sacerdotes. Italia y España, los dos países con más exorcistas
Lo esotérico, al igual que lo escatológico, incide en el hombre de forma especial. ¿Habrá algo más allá de la muerte? ¿Por qué nos corrompemos? ¿Quién está detrás de las prácticas malévolas? A esta encrucijada, la Iglesia ha tratado, desde sus orígenes, de dar una respuesta.
Fuera de los focos de la teatralización o del espectáculo televisivo o cinematográfico, existe una cuestión seria que se aleja de lo estrambótico para tratar de comprender el mal y su forma de hacerse presente en nuestro tiempo.
De exorcistas y exorcismos, tal y como cuenta la periodista Andrea Cuesta para EFE, hay mucho escrito pero pocos saben que se trata de una práctica cada vez más profesionalizada donde cerca de 800 sacerdotes la realizan en todo el mundo.
Estudiar las posesiones demoniacas
«El demonio busca la espectacularidad, amedrentar diciendo 'soy capaz de hacer estas cosas tan grandes', pero por parte de la fe cristiana hay una respuesta muy humilde», explicó el teólogo español Luís Santamaría, especializado en la cultura New Age y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), que en la actualidad imparte sus conocimientos en el curso sobre exorcismo que tiene lugar estos días en Roma.
Más de cien sacerdotes, monjas y laicos, entre ellos docentes y psiquiatras, están reunidos en la capital italiana para en el XVI Curso sobre exorcismo y plegarias de liberación, uno de los de mayor renombre en el mundo, organizado por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
Durante seis días y por un precio de 450 euros, los asistentes estudiarán sobre posesiones demoníacas, la vida del exorcista, el peligro de las redes sociales y el ocultismo satánico, todo con el objetivo de dejar de lado la mitificación que ha causado el cine y la literatura de este asunto.
«Aunque el demonio te puede impresionar con mucho espectáculo es solo para acaparar la atención y no atender bien a la persona», según el padre Luís Ramírez, que como coordinador del curso resaltó que un exorcismo es mucho más que el ritual final.
Entre la psiquiatría y el demonio
Luis Santamaría, en unas declaraciones recogidas por El Debate, cree que «nuestra sociedad no ha pasado de la creencia a la increencia, sino a la credulidad».
El elenco de sustitutos de Dios, que decía en su reportaje José María Sánchez Galera, no para de crecer: amuletos, piedras mágicas, seducción por lo paranormal, «sanación holística», tarot, espiritismo, brujería, hechizos, conjuros, vudú, santería… Según la Iglesia, la única «magia blanca» que merece tal nombre es la prestidigitación, el hábil truco de adivinar una carta dentro de la baraja y sacar un conejo de la chistera.
Para luchar contra las distracciones de Satán, el curso que está teniendo lugar en Roma durante estos días dedica todo un bloque al rol de los psiquiatras en los exorcismos, una figura que ayuda a los sacerdotes a diferenciar entre un caso de posesión o de alguien con problemas psicológicos.
«Independientemente de saber si se necesita realizar un exorcismo, también hay que hacer todo un camino de discernimiento para no confundirlo con una depresión o una enfermedad psiquiátrica, que quizá tiene su causa en otra cosa no espiritual», sostuvo el teólogo mexicano.
Pocos casos de posesión
En «la mayoría» de los casos, como recoge Cuesta, los exorcistas han explicado que en los años que llevan ejerciendo, se han encontrado con pocos casos de posesión, donde los afectados mostraban síntomas tener una fuerza sobrenatural o comprender lenguas arcaicas. El resto, dicen los participantes, fueron «personas con problemáticas» que solo necesitaban un guía espiritual que les «llevase por el camino de la fe».
Sin embargo, en este contexto, Santamaría destacó que los problemas que pesan a muchos hacen que «las personas se agarren a cualquier cosa que les dé una pizca de paz y bienestar interior», con ritos que se alejan a la fe como la brujería, el espiritismo u otras prácticas «de las que se deben alejar».
España cuenta con 37 exorcistas
El coordinador del curso, el sacerdote Luis Ramírez, celebró que cada vez haya más religiosos que se profesionalizan en esta área. Se trata de, aproximadamente, unos 800 sacerdotes en todo el mundo, la gran mayoría en Italia y España, con 290 y 37 exorcistas, respectivamente, según los últimos datos del único estudio sobre el asunto.
Sin embargo, algunos curas criticaron la falta de comunicación y apoyo dentro de la propia diócesis y del clero, una situación que «aísla al exorcista», afirmaron los autores de este estudio que lidera el Instituto de Sacerdotes.
Esto también ocurre, según Santamaría, porque el exorcismo es una práctica que, aunque no está bajo secreto de confesión, «requiere de una confidencialidad y discreción por parte de los exorcistas» para proteger tanto a quienes sufren como a los propios religiosos, que pueden ser rechazados por su entorno.
Una realidad que afecta a las religiones
Desde el curso se quiere solventar esta problemática reforzando el diálogo entre católicos, pero también con otras ramas del cristianismo y otras religiones, que, al contrario de lo que se pueda pensar, también practican estos ritos.
Por ello, el curso sentará a un ortodoxo, un anglicano y un pentecostal para compartir sus experiencias, así como a un experto en exorcismo del islam suní: «Será un puente con otra realidad en la que el fenómeno existe y el rito es eficaz», destacó el teólogo mexicano.