El Papa Francisco da la comunión a una mujer recién bautizada, durante la misa de la Vigilia Pascual
En Pascua, el Papa Francisco implora esperanza «ante los vientos gélidos de la guerra»
Francisco preside en la Noche Santa la larga e intensa vigilia pascual en la Basílica de San Pedro, bautizando a ocho adultos, y lanzando un llamamiento a la «resurrección interior»
En la noche en que la Iglesia conmemora la resurrección de Cristo, el Papa Francisco hizo un llamamiento a superar el desánimo a través de esa «resurrección interior», que es capaz de dar esperanza incluso ante los «vientos gélidos de la guerra».
El obispo de Roma presidió la Vigilia Pascual, la noche más importante del calendario cristiano, una intensa celebración de dos horas y media, en la que impartió el sacramento del Bautismo y la Confirmación a ocho adultos.
El Papa, que se está restableciendo de una infección respiratoria por la que había sido hospitalizado tres noches la semana pasada, había renunciado a participar en el Vía Crucis del Coliseo, en una noche de Viernes Santo inusualmente fría para el clima de Roma.
Fuego Sagrado
El Papa llegó al atrio de la Basílica de San Pedro hacia las 19.30 de este Sábado Santo en silla de ruedas, con todas las luces apagadas para simbolizar el paso de las tinieblas a la luz que supone la resurrección de Cristo.
Como establece la liturgia, bendijo el fuego sagrado y encendió el cirio pascual, que fue llevado en procesión por un diácono a lo largo de la nave central de la basílica más grande del catolicismo.
El Papa Francisco durante la Vigilia Pascual
Los cerca de 8.000 fieles presentes encendieron sus velas a su paso, y las luces parpadeantes comenzaron a propagarse por las bancas. Cuando el Papa tomó asiento a la derecha del altar, la liturgia continuó con el canto tradicional del Exsultet y lecturas en español, francés, portugués, inglés e italiano.
Bautismo de ocho adultos
El momento más emocionante tuvo lugar cuando derramó agua sobre la cabeza de los ocho nuevos cristianos, a los que bautizó «en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo». Tres de ellos proceden de Albania, y los demás de Estados Unidos, Nigeria, Italia y Venezuela.
En su homilía, el Papa se dirigió a quienes se sienten «atormentados por el dolor, oprimidos por la tristeza, humillados por el pecado, amargados por el fracaso o acosados por las preocupaciones», en un mundo en el que «las leyes de los malvados y de los más fuertes parecen prevalecer siempre».
Se identificó con todos aquellos que se sienten «impotentes y desalentados ante el poder del mal, ante los conflictos que dañan las relaciones, ante las lógicas del cálculo y de la indiferencia que parecen gobernar la sociedad, ante el cáncer de la corrupción, ante la propagación de la injusticia, ante los vientos gélidos de la guerra».
Homilía del Sábado Santo, uno de los días señalados en el calendario de la Semana Santa
Fue más lejos hasta afirmar: «Quizá nos hayamos encontrado cara a cara con la muerte, porque nos ha quitado la dulce presencia de nuestros seres queridos, o porque nos ha rozado con la enfermedad o con las desgracias, y fácilmente quedamos atrapados por la desilusión y se seca en nosotros la fuente de la esperanza».
«Resurrección interior»
De este modo, su meditación pascual se convirtió en una invitación a cada uno de quienes le escuchaban a vivir una auténtica «resurrección interior».
Pascua «nos anima a avanzar, a dejar atrás el sentimiento de derrota», «a mirar al futuro con confianza, porque Cristo ha resucitado y ha cambiado el curso de la historia».
Pero para caminar hacia el futuro, recomendó a todo creyente volver «a la gracia original», es decir, a aquel momento «en el que comenzó nuestra historia de amor con Jesús».
El Papa se dirigió a quienes se sienten «atormentados por el dolor»
Resucitar interiormente, dijo, significa no quedarse en «un Jesús abstracto, ideal», sino volver «al recuerdo vivo, concreto, emocionante de nuestro primer encuentro con Él», de una experiencia de «Dios que está cerca de nosotros, que te conoce más que nadie y que te ama más que nadie».
Este encuentro original puede adoptar muchas formas, explicó el pontífice, mencionando, por ejemplo, «aquel pasaje de la Palabra de Dios que te habló en un momento preciso», la «alegría del perdón experimentada tras una Confesión», o una peregrinación…
Clausura de la Semana Santa
El Papa pondrá broche de oro a la Semana Santa este domingo de Resurrección al presidir a las 10 de la mañana la misa en la plaza de San Pedro del Vaticano ante decenas de miles de peregrinos.
A mediodía, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el mismo en el que apareció hace 10 años y 24 días al ser elegido Papa, impartirá la bendición «urbi et orbi» (a la ciudad de Roma y al mundo) y dirigirá su mensaje de pascua en el que recordará los pueblos que siguen viviendo la tragedia de la guerra, en particular, Ucrania.
