Decenas de iglesias en España se iluminan esta noche de rojo por los cristianos perseguidos

Si esta noche pasan cerca del monumento al Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles de Getafe (Madrid), o por la Sagrada Familia de Barcelona, o por las catedrales de Córdoba, Almería, Madrid o Jaén, o por el santuario de Covadonga (Asturias), o por el Cristo del Otero (Palencia), o por el anfiteatro romano de Tarragona, no se sorprendan si los ven iluminados de rojo. Todos esos monumentos, y varias decenas más en España, participan en la campaña REDWEEK («Semana Roja») de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Miles de templos más se «teñirán» también de rojo por todo el mundo con el fin de recordar a los cristianos que sufren persecución por todo el mundo.

«Más de 646 millones de cristianos, o lo que es lo mismo, uno de cada cuatro, viven en países donde no se respeta la libertad religiosa», recuerdan los organizadores. «Hay más mártires ahora que en los primeros siglos del cristianismo», ha repetido con frecuencia el Papa Francisco. Se trata de cristianos que «viven en países regidos por leyes que marginan a los cristianos y que limitan la libertad de expresión. No pueden optar a determinados puestos de trabajo, ni recibir un mínimo de educación, lo que les deja sumidos para siempre en la más absoluta pobreza. Muchos son maltratados física y psicológicamente y solo pueden recurrir a la justicia internacional para defenderse. A pesar de todo ello, no renuncian a su fe en Jesucristo», subrayan desde ACN.

Por eso, la fundación pontificia pretende con este gesto reivindicarles y concienciar a toda la población de la falta de libertad religiosa en numerosos países del planeta. Generalmente se trata de estados con gobiernos autoritarios o regidos por fundamentalistas islámicos, por nacionalistas étnico-religiosos o donde está implantado un secularismo y un laicismo agresivo. Entre los países que suspenden en materia de libertad religiosa destacan Afganistán, China, Pakistán, Nigeria, Irán o India.

Decapitaron a su hijo

Ayuda a la Iglesia Necesitada también conciencia esta semana para ayudar económicamente a los cristianos perseguidos, y ofrece varios testimonios impactantes, como el de Francisco Faustino, un mozambiqueño padre de familia al que los fundamentalistas decapitaron a uno de sus hijos. «Tengo 52 años y soy padre de cinco hijos. En octubre de 2020 nuestra ciudad, Muidumbe, fue tomada por terroristas islámicos», rememora este cristiano de Mozambique. «Huimos al bosque, quemaron nuestras casas. Un día, a pesar del peligro, mi hijo mayor quiso ir a la ciudad a por comida y agua, y fue decapitado. Quise recuperar y enterrar su cuerpo, lo conseguí aunque con mucho miedo. Nuestra diócesis ha creado un grupo de apoyo psicosocial. Verbalizar el dolor es el primer paso para sanar heridas. Hemos de nacer de nuevo, recuperar el ánimo y apoyarnos en nuestro Señor, acoger a los que sufren, estar cerca de la familia y amigos, compartir lo pequeño», desgrana este padre de familia, beneficiado por uno de los programas de ACN.