Los metodistas pierden 1,2 millones de seguidores tras aprobar las relaciones homosexuales
La potente congregación de Costa de Marfil abandona en bloque por la deriva woke de sus correligionarios estadounidenses
La Iglesia metodista ha perdido de golpe 1,2 millones de fieles. Se trata de los feligreses de esta confesión en Costa de Marfil, que han decidido romper con el tronco principal de esta iglesia protestante. El cisma se ha producido después de que la Conferencia General celebrada en Charlotte (Estados Unidos), el pasado 3 de mayo, aprobara la bendición de uniones homosexuales, la ordenación de personas homosexuales no célibes y la financiación de grupos LGBT.
Días después, el 28 de mayo, el obispo Benjamín Boni, máximo responsable eclesiástico en el país africano, anunció que su congregación se separaba del resto de iglesias metodistas «por razones de conciencia», según ha informado la propia iglesia. «La nueva Iglesia Metodista Unida ha preferido sacrificar su honorabilidad e integridad para honrar a la comunidad LGBT», ha denunciado, ya que, a su juicio, «se basa ahora en valores socioculturales y contextuales que han consumido su integridad doctrinal y disciplinaria».
Mark Tooley, uno de los teólogos conservadores de referencia de esa confesión, ha celebrado la decisión de la congregación de Costa de Marfil, asegurando que «es maravilloso que estén priorizando la ortodoxia sobre los vínculos con la iglesia de Estados Unidos». «La mayoría de los africanos no están dispuestos a aceptar los estándares liberales de Estados Unidos», añadió Tooley.
Los marfileños no han sido los primeros en abandonar el tronco común del metodismo. De hecho, alrededor de 7.500 congregaciones, en su mayoría conservadoras, se han dado de baja en los últimos años y han formado la Iglesia Metodista Global, una alternativa conservadora creada en 2022.