Ana de Jesús será beatificada el próximo 29 de septiembre
Ana de Jesús, la pupila preferida de santa Teresa que subirá a los altares
La monja de la Orden de las Carmelitas Descalzas, que será beatificada en septiembre, fue la mano derecha y confidente de Teresa de Jesús, con la cual trabajó en la reforma del Carmelo
El próximo 29 de septiembre será beatificada en el estadio «Rey Balduino», en Bruselas, Ana de Jesús. Esta ceremonia será presidida por el Papa Francisco, el cual realizará una visita a la capital belga y a Luxemburgo del 26 al 29 de ese mes. La aprobación del documento donde se reconoce el milagro atribuido a Ana de Jesús fue firmado el 14 de diciembre de 2023 por el Pontífice.
Ana de Jesús, hija de Diego de Lobera y de Francisca de Torres, provenía de una familia noble española. Su padre falleció al poco de que ella naciera y su madre cuando tenía 9 años. Fue criada, junto a su hermano Cristóbal, por la abuela materna, la cual siempre tuvo planes de casamiento para su nieta. Sin embargo, desde joven, Ana ya sentía inquietudes espirituales por las que no se veía contrayendo matrimonio. Por ello, se fue con su hermano a casa de su abuela paterna, en Plasencia, para evitar ser desposada. A pesar de ello, los planes no cambiaron mucho, puesto que su otra abuela también quería casarla.
Comienzo de un camino espiritual
Después de que se instaurara el colegio de la Compañía de Jesús en Plasencia, en 1563, Ana entró en contacto con su fundador, el padre Pedro Rodríguez, quien se convirtió en su director espiritual. Sin embargo, este fue trasladado a Toledo en 1569, donde conoció los cambios que estaba llevando a cabo Teresa de Jesús en el Carmelo, frente a la reforma protestante que empezaba a calar en Europa de la mano de Martín Lutero.
Fue Pedro Rodríguez quien informó a la joven Ana de estas novedades, además de los conventos que Teresa de Jesús fundaba con el propósito de volver a la austeridad, oración y contemplación profunda que en los últimos años el Carmelo había perdido.
Expansión en España, Francia y Bélgica
Cuando se comenzó a expandir la reforma del Carmelo por España, Teresa de Jesús quiso contar con la ayuda de Ana para iniciar en Salamanca, donde de camino a esta ciudad conocería a san Juan de la Cruz. Fue en Salamanca donde nació y creció la amistad entre la fundadora y la joven discípula y donde además Ana profesaría sus votos, convirtiéndose posteriormente en priora del monasterio.
Más tarde, en 1582, Ana fundó el Carmelo en Granada y más tarde continuaría su labor, de la mano de San Juan de la Cruz, para fundar un convento en Madrid. En esos años de idas y venidas por la península, Ana fue escogida junto a otras carmelitas para llevar la reforma a Francia, donde en 3 años fundaron monasterios en París, Amiens y Dijon. Fue en esta última ciudad donde la monja carmelita contrajo la peste, siendo curada gracias a un velo de Teresa de Jesús.
En 1606 recibieron una petición particular de la Infanta Isabel Clara Eugenia de Austria, hija del Rey Felipe II: la de fundar un convento en Bruselas, ciudad en la que era gobernadora. Fue así como en 1607 fundó el primer convento belga, siguiéndose posteriormente de otras fundaciones en las ciudades de Mons y Lovaina.
Fallecería el 4 de marzo de 1621 en Bruselas, a sus 75 años. En su vida, trató de llevar a cabo con audacia una labor de expansión y apostolado intenso por diversos países, en los que vivió las palabras de la fundadora: «La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta».